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Ciencia sin ficción: un experimento colectivo entre la literatura y el periodismo

La escritura sobre temas científicos en la prensa española se limita a sota, caballo y rey: noticias, reportajes y entrevistas. El formato libresco, por su parte, se halla acaparado por las monografías de divulgación. De ahí la originalidad del volumen coordinado por Jesús Méndez con un objetivo preciso: la promoción de formas novedosas de escribir sobre asuntos como la técnica CRISPR, el viaje espacial, las pseudociencias, la computación cuántica y los dilemas éticos de la inteligencia artificial.

Ciencia sin ficción: un experimento colectivo entre la literatura y el periodismo
Presentación en Madrid de Ciencia sin ficción en Madrid, en septiembre de 2019. / Espacio Fundación Telefónica

Al margen de los papers, manuales y monografías de los propios investigadores, en España los textos sobre ciencia se concentran en unos pocos géneros: la noticia, el reportaje y la entrevista. Escasean las crónicas y la crítica, al igual que los obituarios, los editoriales, los sueltos, las columnas y los artículos de opinión.

En el formato libresco la uniformidad es todavía más acusada: solo se publican obras divulgativas de un único ensayista (la novela gráfica sobre ciencia es una asignatura pendiente). La única novedad la aportan los blogueros duchos en esas lides que, con el estilo usual en la red, mezclan con resultado dispar la información, la interpretación y la opinión.

Ese panorama excesivamente uniforme acrecienta la originalidad de un libro como Ciencia sin ficción, coordinado por el periodista científico Jesús Méndez. En el prólogo, remonta el origen de la obra al momento en que tomó conciencia de que no existe en España una literatura de no ficción que tenga a la ciencia como argumento principal.

Hasta ahora no ha existido en España una literatura de no ficción que tenga a la ciencia como argumento principal, excepto este libro

Con la intención de paliar esa carencia, reunió a cuatro colegas de larga trayectoria y a una novelista prestigiosa. Del empeño común salieron los cinco textos que integran un volumen inusual en nuestro entorno editorial y periodístico.

Encabeza la compilación una pieza del coordinador. En ella refiere sus encuentros y conversaciones en Alicante con Francisco Mojica, el microbiólogo cuyas pesquisas allanaron el camino a la técnica de edición genética CRISPR.

Jesús Méndez reconstruye la historia de la invención, repasa con ojo crítico la guerra de patentes librada por los científicos que pusieron a punto la metodología CRISPR, pondera las posibilidades de Mojica de ganar el Nobel, y concluye con una valoración del asombroso potencial de la edición genética. Todo ello relatado con una diestra alternancia de frases cortas y largas, a contrapelo del abuso de oraciones extensas y subordinadas en la escritura periodística habitual.

Pere Estupinyà, comunicador fogueado en la divulgación audiovisual, reconstruye el vuelo de Pedro Duque en el transbordador Discovery. La elección del personaje no puede ser más oportuna, ya que se trata del actual ministro de Ciencia, Innovación y Universidades. Apeándose del pedestal heroico, Duque rememora su viaje de 1998 con lujo de detalles y, pese al esfuerzo de Estupinyà por imprimir dramatismo a la experiencia, pone de manifiesto cuánto se ha rutinizado el oficio de astronauta.

Javier Salas, miembro del equipo de Materia, se centra en los casos de Mario Rodríguez y Rosa Pulido, fallecidos por someterse a pseudoterapias en vez de seguir el tratamiento oncológico preceptivo. Dos casos que le tocan muy de cerca, ya que la cobertura que les dio tuvo el efecto de abrir un debate nacional sobre los efectos nocivos de las terapias alternativas. Combinando el making of de los artículos que publicó al respecto con el análisis del auge de las pseudociencias —patente en el uso de la fraudulenta pulsera Power Balance por la mismísima exministra de Sanidad, Leyre Pajín—, el periodismo comprometido de Salas transmite su indignación por esas muertes y la maraña de circunstancias que las permitieron.

La única pega es su clasificación como pseudociencias de fenómenos de muy distinta índole (curanderismo, homeopatía, errores científicos, negacionismo climático, etc.), lo que resta poder explicativo a la categoría.

Sería deseable que la senda abierta por esta obra colectiva sea ensanchada por otros autores y que los medios se abran a otros modelos narrativos

Le sigue Sergio Fanjul, un licenciado en astrofísica que simultanea la poesía, la información científica y el periodismo cultural. Su cometido: tender un puente entre la investigación básica en física a principios del siglo XX y los horizontes de la computación del siglo XXI. A caballo de la cultura científica y la humanística, su amena narración, aderezada con apuntes al paso de la intrahistoria de Silicon Valley y de los choques de personalidad entre los cerebrines de la revolución informática en los años 50 y 60, consigue mostrar cómo lo cuántico impregna nuestras vidas.

La novelista Belén Gopegui cierra el volumen con la entrevista ficticia de un profesor en inteligencia artificial a una investigadora en computación devenida hacker. En un alejado pueblo palentino, los dos expertos españoles se reúnen para aclarar el sentido de las acciones disruptivas de ella. Trufando el diálogo con bien insertadas referencias a especialistas, la narradora contrasta el rígido modo de pensar del primero con la fluidez conceptual de la segunda.

La figura de la hacker que perturba los sistemas informáticos con fines políticos facilita el examen crítico de las implicaciones éticas y sociales del algoritmo digital, la minería de datos, el empirismo desaforado de sus gurús y la concepción deshumanizada de la ciencia y la tecnología al servicio del poder.

Ninguno de los temas tratados es novedoso, la novedad radica en su presentación. En sus mejores momentos, la escritura ágil con voluntad de estilo, las explicaciones claras y sucintas del intríngulis científico-técnico y la fuerte presencia autorial de los cuatro primeros textos justifican la apuesta del compilador por la literatura non fiction. El relato de Gopegui, por su parte, demuestra la eficacia de la ficción pura y dura para plantear debates científicos de gran calado.

Sería deseable que la senda abierta por esta obra colectiva sea ensanchada por otros autores, y, en igual medida, que los medios se abran a los modelos narrativos que, como estos, se apartan de moldes convencionales.

Ficha técnica

Título: Ciencia sin ficción

Autores: Jesús Méndez, Pere Estupinyà, Javier Salas, Sergio Fanjul y Belén Gopegui

Género: No ficción

Editorial: Debate

Lugar y fecha de publicación: Madrid, 2019

Páginas: 272

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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