Científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) revelan una sorprendente nueva función de la proteína Notch, opuesta a la conocida hasta hoy. La proteína Notch está ubicada en las membranas de las células y activa una cascada de señales que regula la expresión de genes que harán que la célula se divida, crezca, migre, se especialice o muera. El nuevo hallazgo muestra que la presencia de la proteína Notch en la membrana de las células también es necesaria para inactivar la vía, además de para activarla.
Un trabajo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela cómo se generan los tubos respiratorios de pequeño diámetro en la mosca Drosophila, un proceso similar a la formación de los vasos sanguíneos más delgados, los capilares, en mamíferos.
Pese a que se le atribuye escasa importancia en el ser humano, el olfato parece no ser tan accesorio: al ser uno de los sentidos más primitivos, está directamente conectado con los sentimientos, y su pérdida puede señalar la existencia de enfermedades neurológicas. Ésta es una de las esencias con las que resumen el interés de la investigación olfativa los científicos de la Universidad de Oviedo que están rastreando las rutas moleculares del olfato.
Un equipo investigador ha descrito unos patrones de regulación entre genes relacionados con las neuronas que captan los estímulos visuales en el ojo de la Drosophila melanogaster, la conocida mosca de la fruta, que es un modelo biológico en estudios de genética y desarrollo. Los resultados aparecen publicados esta semana en la edición on-line de la revista Nature.