Investigación “de narices” ( y II)

Investigación “de narices” ( y II)

Las neuronas olfatorias crecen y migran durante toda la vida y se ha comprobado que la pérdida de olfato es uno de los primeros indicadores de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer. Además, en especies como los insectos, este sentido es la fuente principal de información para buscar alimento, pareja o lugares de crianza. Para conocer mejor las implicaciones neurológicas y moleculares de la percepción de los aromas, el Grupo de Neurogenética de la Universidad de Oviedo está llevando a cabo ensayos que se centran en Drosophila, la mosca de la fruta, pero los resultados son aplicables a diversas especies.

De izquierda a derecha, José Fernando Martín y Esther Alcorta, con otros investigadores del Grupo de neurogenética. Imagen cedida por E. Alcorta.

Fuente: FICYT
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