Extracto de La ciencia del chup chup. Los trucos culinarios de las abuelas explicados científicamente. Su autora, la periodista científica Elena Sanz, es la nieta de Isabel, que, como las demás mujeres de su generación, aprendió a cocinar probando y que, sin darse cuenta, aplicaba ciencia a sus recetas. En este libro, Elena reivindica la cocina tradicional y el papel clave de la gente mayor en nuestra sociedad.
Uno de los mayores misterios en la evolución humana es el origen del cocinado de alimentos. Un nuevo hallazgo abre una ventana a una fase anterior al uso del fuego, en la que los primeros seres humanos ya podrían haber empezado a cocinar en aguas termales. Esta es la conclusión de un estudio en el que participa la Universidad de Alcalá y que se desarrolla en la garganta de Olduvai (Tanzania).
Para el primatólogo estadounidense Richard Wranglam, el surgimiento del Homo erectus y del linaje que desembocó en el Homo sapiens es la consecuencia directa del control del fuego y la cocción de alimentos. Aunque su tesis flaquea, la lectura de su libro es buena para pensar.
Cuando las setas se hierven o fríen se reduce su valor nutritivo y capacidad antioxidante, pero si se cocinan a la plancha o al microondas apenas pierden nutrientes y mejora su actividad antioxidante. Así lo revelan los análisis de las cuatro especies de hongos más consumidas en el mundo tras someterlas a diferentes tratamientos culinarios.
Jorge Cuéllar utiliza la cocina para divulgar ciencia. / SINC
Muchos no saben que la placa de inducción de su cocina empezó a gestarse hace treinta años en la imaginación de un equipo español, que probó su primer prototipo con unas onzas de chocolate en la tienda de ultramarinos de La Bañeza (León). Esta semana, la empresa BSH, antigua Balay, ha conmemorado la fabricación 5 millones de estas placas en su planta zaragozana de Montañana.
Estofado de cordero noruego alimentado en terrenos con calcita, langostas en salsa de su estuario ‘ideal’ en Holanda o cocido calentado en la grutas volcánicas de las Azores. Estas son algunas de las recetas del libro Geología a la mesa. Cocina sin fronteras, que acaba de presentar la asociación de servicios geológicos de Europa.
Un restaurante que sirva unas 120 comidas diarias desperdicia unos 10 kg de alimentos al día, lo que supone unas perdidas anuales de unos 9.200 €. La aplicación de una buena política de prevención de este derroche puede reducir estos costes en más de 4.000 € al año, según una guía gratuita y de acceso on line que acaban de presentar la Universidad Autónoma de Barcelona y la Fundación Alicia. Fomentar las reservas, organizar los stocks, cobrar al peso o usar preparaciones comodín son algunas de las recomendaciones.
“Creo que nosotros también pintamos algo en el área de la investigación”, dice Urkiri Salaberria en referencia a los profesionales de Bellas Artes. Ella misma estudió esta carrera en la UPV/EHU, y es, en la actualidad, presidenta del Departamento de Artes Plásticas y Monumentales de Eusko Ikaskuntza. Opina que faltan herramientas para poder investigar en esta disciplina, y propone algunos pasos para catalogar el patrimonio inmaterial, con el propósito de convertir lo intocable en clasificable e investigable.