Esta tecnología, basada en la naturaleza, permite incrementar la extracción del dióxido de carbono atmosférico y su almacenamiento en el océano. Un nuevo estudio analiza su impacto en la seguridad de los ecosistemas marinos.
Las guerras son devastadoras. El primer desastre es la pérdida de vidas humanas que conllevan. Además de ese horrible impacto, los misiles, las bombas y el armamento en general afectan directamente a las infraestructuras y los lugares de conflicto.
Un estudio publicado en Nature Astronomy destaca la dificultad de confirmar la existencia de atmósferas en exoplanetas mediante datos térmicos de banda ancha. Esta problemática toma relevancia en el marco del programa "Rocky Worlds" del Space Telescope Science Institute, que aplicará este método a numerosos exoplanetas rocosos.
La expedición internacional Biodiversidad Global de Calcificadores Planctónicos Marinos ha aportado nuevas evidencias sobre este fenómeno, un proceso relacionado con el cambio climático que implica la progresiva invasión de aguas atlánticas en el océano Ártico.
La liberación de dióxido de carbono a la atmósfera alcanzará un récord histórico en 2024, reflejando el avance insuficiente en la reducción del uso de combustibles fósiles y el cambio de uso del suelo. Según el informe Global Carbon Budget, el riesgo de superar el límite de 1,5 ºC en la temperatura global aumenta, mientras los sumideros naturales siguen bajo presión.
Además de confirmar la presencia de agua helada y amoníaco en el gélido Caronte, el telescopio espacial ha descubierto dos nuevas moléculas en su superficie: dióxido de carbono, que se puede liberar desde el interior a través de cráteres de impacto, y peróxido de hidrógeno, formado por procesos de irradiación sobre el hielo del satélite.
Un nuevo modelo paleoclimático muestra que el ritmo del calentamiento actual del planeta, debido a las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono, va mucho más rápido que los aumentos de temperatura más bruscos de todo el Fanerozoico, responsables de extinciones masivas.
Un reciente informe elaborado por instituciones del Reino Unido analiza las causas y consecuencias de estos desastres ambientales. El pasado año, en Canadá y partes de la Amazonía los fuegos fueron al menos tres veces más probables debido al calentamiento global.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía han desarrollado un método para medir las variaciones de escarcha y nieve de dióxido de carbono en el planeta rojo. Los primeros resultados indican que su espesor es hasta dos órdenes de magnitud mayor de lo que se pensaba.
Con la ayuda de hornos de arco eléctricos, investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado un nuevo método para generar este componente del hormigón que, si se aplicara, supondría un gran paso en la lucha contra el cambio climático. La producción de este material de construcción genera el 7,5 % de las emisiones de CO2 globales de origen antropogénico.