Un estudio en el que participan la NASA y el World Agroforestry con sede en Burkina Faso provee una amplia base de datos con nuevas mediciones sobre la cantidad de carbono que capturan tanto los bosques como los ejemplares individuales en una zona semiárida de África subsahariana.
La Tierra ha vuelto a superar en 1 °C la temperatura media preindustrial por octavo año consecutivo y los satélites han registrado concentraciones máximas de CO2 y metano, según el Servicio de Cambio Climático del programa europeo Copernicus. El pasado año fue el quinto más cálido a escala global, con temperaturas elevadas nunca vistas en algunas zonas, y el segundo en Europa, que también tuvo su verano más caluroso de la historia.
Solo en 2020 se detectaron en el Ártico siberiano 423 incendios, que quemaron unos tres millones de hectáreas. Esto provocó la emisión de 256 millones de toneladas de CO2, una cantidad similar a todo lo emitido en España durante un año, según un estudio liderado por investigadores españoles.
Investigadores de Reino Unido y Portugal han utilizado métodos computacionales para diseñar catalizadores biológicos y han logrado que el nivel de producción de carburante se multiplicara por 18 en el laboratorio, sin generar residuos ni desperdiciar energía.
Las colas de los aviones suelen ser verticales y centradas en su parte posterior, pero investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han calculado que si su configuración es en V bajan las emisiones de óxidos de nitrógeno en casi un 2 % y por encima del 1 % las de CO2, además de conseguir ahorrar un 0,7 % en combustible.
Las ciudades copan el protagonismo en la Cumbre del Clima de Glasgow. En ellas se encuentran algunos de los problemas, pero también parte de la solución. En España, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán implementar antes de 2023 su propia Zona de Bajas Emisiones como parte de los esfuerzos contra el cambio climático.
Las principales estrategias que se discuten estos días en la Cumbre del Clima de Glasgow, COP26, están dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde el Centro de Investigación e Innovación en Descarbonización Industrial en Reino Unido, su directora, Mercedes Maroto-Valer, propone soluciones tecnológicas e innovadoras para alcanzar la meta global de emisiones cero netas en 2050.
Aunque durante los confinamientos se produjo un descenso en las emisiones globales de dióxido de carbono, en 2021 estas han vuelto a aumentar, según los expertos del Global Carbon Project. En países como China y la India, se han superado incluso los niveles de 2019. Los científicos piden reducir las emisiones cada año en una cantidad comparable a la registrada durante 2020 para poder lograr la neutralidad climática en 2050.
Nos hemos quedado sin tiempo para propuestas ante la crisis climática, se necesita pasar a la acción de forma inmediata. Lo que ocurra en esta Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) marcará el devenir de nuestro futuro. Para Pep Canadell, director del Global Carbon Projet, los compromisos deben fijarse ya para 2030, porque 2050 está demasiado lejos y “la mitad de los políticos que dicen que los van a cumplir estarán muertos”.
Escuchemos a los representantes políticos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26. Elevando apenas un poco más de lo habitual su tono de voz, nos recuerdan los millones de fallecidos en el último año por el cambio climático y las graves amenazas en forma de incendios, sequías, inundaciones, tormentas y huracanes a las que nos enfrentamos.