Una investigación en la que ha participado el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca ha revelado el papel de un nuevo gen en el cáncer de mama, en concreto, acerca de su utilidad para realizar un pronóstico de la evolución de la enfermedad. Jesús Pérez Losada, investigador del CIC, es uno de los firmantes de este trabajo, que acaba de ser publicado en la revista científica Journal of Clinical Oncology y que se enmarca en su línea de investigación sobre la influencia de la genética en cáncer esporádico, es decir, el causado por factores ambientales, que es el mayoritario.
Aunque la nueva Unidad no trabajará con fármacos procedentes de la industria farmacéutica, aplicará los resultados del Programa de Terapias Experimentales del CNIO. En la imagen, células de cáncer de mama.
Casi el 57% de las mujeres del estudio aumentaron su IMC 5 kg/m2 o más entre los 20 años y el comienzo del estudio.
La extensión de los programas de cribado (en la imagen) ha provocado una caída en la incidencia del cáncer de mama.
Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha desarrollado un modelo que utiliza el procesamiento digital de la imagen y la inteligencia artificial para la detección precoz del cáncer de mama.
Joan Massagué, durante la entrega de los premios de la Fundación BBVA.
Daniel Peeper, profesor de Genética Molecular del instituto neerlandés del cáncer (The Netherlands Cancer Institute-Antoni van Leeuwenhoek Hospital) ha destacado en Salamanca que la identificación de un gen esencial en la metástasis del cáncer de mama se obtendrá en un plazo de medio año. Estos genes son modificables, por lo que se convierten en importantes dianas terapéuticas en este tipo de cánceres.