Las pacientes que superan un primer diagnóstico de cáncer de mama a menudo tienen que luchar frente a una recaída de la enfermedad cuando ésta aparece en otra parte del cuerpo años más tarde. Ahora, un equipo internacional de científicos ha identificado una molécula que apoya la supervivencia a largo plazo de las células del cáncer de mama una vez que se extienden a la médula ósea.