Científicos de Cataluña han diseñado un sistema para identificar las células madre cancerígenas más resistentes al tratamiento y responsables de las recaídas de la enfermedad. Mediante nanomedicinas terapéuticas dirigidas, los expertos han optimizado la respuesta al tratamiento convencional de los dos tipos de cáncer.
Ante una situación de estrés, el cuerpo libera ciertas hormonas. En el caso de las mujeres, algunas de estas pertenecen al mismo grupo que la progesterona, involucrada en el ciclo menstrual y el embarazo. Ahora, un nuevo estudio publicado en Oncogene demuestra que las hormonas del estrés, utilizadas en medicamentos para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia, pueden influir negativamente en los tratamientos contra el cáncer de mama.
Un estudio demuestra que pasar por el quirófano en los estadios iniciales del cáncer de mama tiene mejores resultados que el tratamiento de hormonoterapia que se acostumbra a dar a las mujeres en edad avanzada para evitar los efectos secundarios del tratamiento estándar. El manejo de estas pacientes tiene que empezar por un cálculo de la esperanza de vida y un asesoramiento geriátrico.
Científicos del Instituto de Biología y Genética Molecular de Valladolid han empleado una herramienta que han patentado, un vector adaptado a realizar ensayos funcionales de ‘splicing’, para demostrar la relación que existe entre 40 variantes de ADN y el cáncer de mama hereditario. El trabajo se publica en la revista científica Human Mutation.
Mujeres colombianas que han sufrido cáncer de mama poseen un nivel de coincidencia en las mutaciones de dos genes inédito en otras poblaciones. El aislamiento de la zona central de Colombia hace que hayan heredado alteraciones de probable origen español.
Investigadores españoles han aislado y caracterizado un nuevo tipo de células madre mesenquimales en el cérvix uterino capaces de frenar al desarrollo del cáncer de mama. Este efecto inhibidor sobre el crecimiento tumoral ha sido observado in vitro, utilizando líneas celulares de cáncer de mama y cultivos de tumores de pacientes operadas, así como in vivo en ratones.
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) han probado con éxito in vitro el veneno de avispa para provocar la muerte de las células tumorales. El siguiente paso será comprobar su eficacia en modelos de ratón.
La terapia potencial contra el cáncer de mama está basada en el veneno de avispa. / Ferrán Pestaña
Un estudio liderado por el CSIC sostiene que la acumulación de híbridos de ADN y ARN está relacionada con la aparición de tumores. La formación de estas estructuras hace que los cromosomas se compacten y se desestabilicen. El gen BRCA2, cuya mutación aumenta el riesgo de tumores de mama y ovario, contribuye a restablecer este desequilibrio.