Desde esta semana se puede conocer en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) un lingote de plomo del Bou Ferrer, el mayor pecio de un mercante romano en excavación en el Mediterráneo. Se estudia desde hace varios años y en la campaña 2015, coordinada desde la Universidad de Alicante, se ha descubierto el costado del barco.
La nave naufragó en la segunda mitad del siglo I frente a la antigua Allon (Villajoyosa, Alicante), cargada con casi 3.000 ánforas repletas de salsas de pescado (una de las mercancías más valiosas de la época), y lingotes de plomo de propiedad imperial, como el que expone ahora, cedido al MAN en depósito por el Vilamuseu de Villajoyosa.
El lingote lleva unas contramarcas en el metal, IMP(erator) GER(manicus) AVG(ustus), que indican su pertenencia personal al emperador de Roma, probablemente a Nerón, de acuerdo con las últimas investigaciones. Las minas de Sierra Morena, de las que procedía el cargamento de plomo del Bou Ferrer, eran también un monopolio del emperador.
Con 205 libras romanas (68 kilos), esta pieza es dos veces más pesada que los lingotes conocidos hasta ahora de la misma época, como los expuestos en la misma vitrina del museo, procedentes de la antigua ciudad de Carthago Nova, la actual Cartagena.
Los lingotes de plomo romanos también son muy preciados por los científicos que estudian la materia oscura y los neutrinos, ya que presentan una antigüedad y características ideales para los experimentos de física de partículas.