La Universidad de Oviedo ha liderado el estudio más detallado hasta la fecha de las comunidades microbianas de la llamada zona de exclusión. El trabajo registra los mismos valores de riqueza microorgánica en los humedales muestreados dentro y fuera de esta zona, que abarca 30 km alrededor del lugar del accidente nuclear.
Se cumplen 35 años del fatídico incidente en la central nuclear de Chernóbil, cuyas consecuencias reales han sido muy difíciles de estimar. Dos estudios publicados en la revista Science analizan los efectos genéticos de la radiación en las personas que sobrevivieron y en su descendencia.
El proyecto europeo SHAMISEN trabaja para mejorar, en el caso de accidente nuclear, el seguimiento médico y las condiciones de vida de las poblaciones afectadas sin generar daños colaterales o ansiedad innecesaria. Participantes de 19 instituciones europeas y japonesas hicieron un análisis crítico de la respuesta a accidentes previos, particularmente en Chernóbil y Fukushima. El resultado es un documento de 28 recomendaciones para optimizar la respuesta a un accidente de radiación.
Durante el accidente nuclear de Fukushima se emitieron a la atmósfera gran cantidad de elementos radiactivos, que llegaron a lugares tan alejados de Japón como España. Aunque las cantidades detectadas en nuestro país fueron muy bajas, así lo confirman las mediciones de yodo-131 y yodo-129 registradas en Sevilla por investigadores del Centro Nacional de Aceleradores.
En 2015, la periodista y escritora bielorrusa Svetlana Aleksiévich se convertía en la primera periodista ganadora del Premio Nobel de Literatura. Uno de sus libros más reconocidos es Voces de Chernóbil, que refleja los testimonios de decenas de afectados recogidos durante veinte años de trabajo. Este es un viaje por sus páginas cuando se cumplen tres décadas de la tragedia nuclear.
No subestimar los riesgos de la energía nuclear, prepararse frente a los imprevistos, prever todas las consecuencias ante un accidente, crear organismos reguladores realmente independientes, fomentar una cultura del diálogo y pensar por uno mismo. Estas son algunas lecciones aprendidas tras el accidente de Fukushima, según ha explicado recientemente el profesor japonés Yotaro Hatamura, que presidió la comisión de investigación sobre este desastre nuclear.