El Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) ha realizado, por primera, vez la reconstrucción completa y la digitalización del cráneo entero del Homo antecessor incluyendo músculos y piel, que se descubrió el yacimiento de Gran Dolina, en Atapuerca (Burgos) en 1994. La reconstrucción puede visitarse en el Palacio de Ferias y Congresos de Tarragona con motivo de la feria de la Semana de la Ciencia.
Para obtener el rostro del Homo antecessor “se inició una reconstrucción modelada del cráneo a partir de dos fragmentos encontrados en el yacimiento de Gran Dolina”, explicó Gala Gómez, restauradora del IPHES. Los fragmentos son un maxilar y un frontal de los cuales ya se habían hecho moldes.
La investigadora modeló a partir de ahí el resto del cráneo con plastilina. El restaurador del IPHES, Alex Soler, realizó también un molde de silicona del conjunto y, a continuación reprodujo la pieza con resina de poliéster. Este trabajo ha implicado que, sobre la reproducción en resina, se hayan tenido que pintar los huesos del cráneo encontrados para diferenciar los de la parte modelada.
“Para permitir una distinción clara entre los fragmentos originales y los añadidos, he seguido un criterio de restauración arqueológica mediante la aplicación de una tonalidad de color neutra a las partes reconstruidas", puntualizó Gómez, que ha realidad todo este trabajo con el asesoramiento del investigador del IPHES, Carlos Lorenzo.
“La reconstrucción completa del cráneo de Homo antecessor no se había hecho nunca y la parte posterior la hemos tenido que concebir a partir de restos de homínidos de Ceprano, del cráneo de Nariokotome y del de Dmanisi entre otros”, aseguró Lorenzo. Estos fósiles son los más cercanos evolutivamente a Homo antecessor y algunos de ellos permiten conocer cómo sería la cara de un adolescente hace un millón de años.
Reconstrucción en 3D
A partir de la reconstrucción, se ha digitalizado el cráneo y se ha elaborado por primera vez una recreación por ordenador en 3D, obteniendo el aspecto que tendría el Homo antecessor. Jordi Espona, especialista del IPHES ha liderado el equipo en el uso de esta tecnología. Los investigadores han incluido la piel y los músculos al homínido, que se puede contemplar también en acción en un diorama.