Un mes después del incendio en el Parque Natural de Doñana en Huelva, la organización SEO/BirdLife revela en un informe que la pérdida de biodiversidad ha afectado a los 38 mamíferos característicos del parque como el lince ibérico, y a más de 70 especies de aves como el águila imperial ibérica. Además, se han visto afectadas 40 clases de plantas, algunas cuya supervivencia se ve gravemente amenazada tras el incendio.
Al recubrir los huecos de las canteras de las que se extrae el mármol con sus propios residuos renacen plantas con las que se mejora el impacto visual de la zona. Así lo revelan investigadores de la Universidad de Almería que han conseguido que en las explotaciones mineras de Macael y algunas parcelas de Aznalcóllar afectadas por el vertido de tóxicos de hace casi 20 años vuelvan a crecer distintas especies vegetales.
La provincia de Segovia podría compensar las emisiones de gases de efecto invernadero del tráfico rodado en los próximos 35 años por medio de medidas de gestión de usos del suelo, sin causar ningún impacto social ni pérdida de producción agropecuaria. Así lo confirma un trabajo, que centrado en esta provincia, y que ha determinado que las posibilidades de compensación son el doble de la demanda, y que de forma análoga, esta compensación podría ser también viable en otras regiones de España.
Las termitas de arena y la vegetación convergen en la aparición de los famosos ‘círculos de hadas’. Esta interacción conjunta de los insectos ingenieros y la flora del desierto explica, por fin, el origen de estas misteriosas formaciones, según un nuevo estudio.
José Antonio Peñas
Gracias al análisis de los restos de polen fósil y carbón vegetal, un equipo de científicos ha podido reconstruir la evolución de la vegetación de Gran Canaria hace entre 4.500 y 1.500 años. El estudio revela que la desaparición del bosque en algunas zonas de la isla se debe en parte al incremento de incendios y al cultivo de cereal. Ambos factores se relacionan estrechamente con la llegada de los primeros aborígenes a la isla.
Los retardantes de llama son productos que se utilizan para la extinción de los incendios porque potencian los efectos del agua. Comenzaron a emplearse en EE UU en los años 30 y tienen un uso cada vez más generalizado en todo el mundo. Tras analizar el impactos de tres de los retardantes más utilizados en España en los suelos y las plantas de Galicia, investigadores españoles revelan que sus efectos se mantienen a largo plazo.
Hace unos 70 millones de años, los cocodrilos que habitaban en lo que hoy es el yacimiento de Lo Hueco en Cuenca comían presas de agua salada pero bebían agua dulce, y los saurópodos se alimentaban de árboles, arbustos y plantas con flores que abundaban en la zona. El estudio de los fósiles, que se publica en PLoS ONE, ha permitido reconstruir las condiciones climáticas, la dieta y el modo de vida de algunos animales durante el Cretácico superior.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad Politécnica delle Marche (Italia) han demostrado que las cubiertas verdes con elevada densidad de vegetación son un 60% más eficientes energéticamente que las que no incluyen vegetación. El equipo ha desarrollado un modelo matemático para poderlo analizar.
Un equipo de investigadores, en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha examinado cómo las plantas regulan el comportamiento de los estomas, los diminutos poros que tienen en las hojas para intercambiar agua y carbono con la atmósfera.