Gracias al análisis de los restos de polen fósil y carbón vegetal, un equipo de científicos ha podido reconstruir la evolución de la vegetación de Gran Canaria hace entre 4.500 y 1.500 años. El estudio revela que la desaparición del bosque en algunas zonas de la isla se debe en parte al incremento de incendios y al cultivo de cereal. Ambos factores se relacionan estrechamente con la llegada de los primeros aborígenes a la isla.