La quitridiomicosis es una enfermedad que está diezmando las poblaciones de anfibios de todo el planeta. Identificar los potenciales reservorios biológicos del hongo quitridio es esencial para establecer estrategias de control de la enfermedad. Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana indica que el cangrejo rojo americano es un reservorio de la enfermedad.
Las aves acuáticas podrían estar detrás de la dispersión del hongo que está diezmando las poblaciones de anfibios en todo el mundo. El papel de las aves acuáticas como vectores de la enfermedad es lo que han demostrado en los Andes bolivianos investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad de Puerto Rico.
Tras siete años, la investigación realizada en Mallorca sobre la eliminación del hongo patógeno que amenaza a los anfibios del medio natural ha dado sus frutos. Los científicos han obtenido por primera vez resultados satisfactorios a largo plazo para erradicar en la naturaleza al patógeno causante de la quitridiomicosis que afecta a los anfibios y que ha extinguido ya casi 200 especies en los cinco continentes.
Un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales revela indicadores efectivos para paliar los efectos de la grave enfermedad que está diezmando las poblaciones de anfibios en todo el mundo: la quitridiomicosis. Según sus resultados, la temperatura del agua y los niveles de la hormona cortisol son claves para la propagación de este trastorno causado por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis.
En los últimos 30 años, unas 200 especies de anfibios han desaparecido por la quitridiomicosis, una infección producida por un hongo. La comunidad científica ha intentado luchar contra el patógeno, sin éxito. Ahora, un grupo internacional de investigadores, con participación española, ha revisado todas las técnicas para evitar los efectos de la enfermedad y las extinciones locales.
Macho de sapo partero común (Alytes obstetricans) llevando la puesta.Imagen: Jaime Bosch.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que la enfermedad cutánea causada por el hongo Batradhochytrium dendrobatidis, que afecta a las poblaciones de ranas de todo el mundo, dificulta el flujo de sodio y de otros electrolitos de la piel y provoca una insuficiencia cardiaca en los anfibios. Este hallazgo podría sentar las bases de nuevos métodos para salvar a los anfibios en peligro de extinción.
Rana Litoria caerulea afectada por quitridiomicosis.