Estudiar enseñanzas universitarias en prisión, además de convertirse en una válvula de escape para el interno, le abre una puerta laboral cuando termine su condena. Así lo cree la mayoría de los reclusos que estudia en el centro penitenciario Madrid VII (Estremera), tal y como se revela en un estudio dirigido por la UNED. Este tipo de enseñanza promueve también el compañerismo entre estudiantes y se convierte en motivo de orgullo familiar.
Nuestras cárceles están al 140 por ciento de su capacidad. Esto nos sitúa entre los primeros países europeos, tan solo superados por Chipre e Italia, según un informe del Observatorio de la Delincuencia.
Protesta contra la reclusión de presos en Guantánamo. Actualmente, 172 personas se encuentran detenidas en la prisión.
Una investigación de EE UU asegura que el personal sanitario encargado de tratar a nueve presos de la base de Guantánamo (Cuba) descuidó y ocultó pruebas relativas a los malos tratos sufridos por los prisioneros. Según el estudio, el primero de este tipo, algunos síntomas psicológicos de los presos, fruto de las torturas, eran atribuidos a “trastornos de personalidad”.
La revista The Lancet analiza esta semana en su editorial la posible revisión de la Declaración de Tokyo de 1975 sobre Ética Médica y Tortura con el objetivo de asegurar que son identificados aquellos médicos cómplices en la tortura de presos. La complicidad médica con la tortura y el maltrato de presos es una práctica común en los cerca de 100 países que la practican en la actualidad.