Ya no cabe ninguna duda de la importancia de estar siempre conectados. Si tras tantos días de confinamiento, podemos mantener la cordura es porque internet nos permite seguir en contacto, entretenidos y manteniendo nuestros vínculos sociales. La fuerte presión sobre el sistema es un escenario inédito. Lo bueno es que ya estábamos preparados para la llegada de este pico de datos, pues se esperaba que la red 5G duplicara el tráfico.
Investigadores de distintos centros del CSIC están empleando la técnica de impresión 3D o fabricación aditiva para producir elementos de protección para los hospitales de Madrid. Ya se tiene listo un envío de 50 pantallas.
Un equipo formado por 22 laboratorios ha trazado en tiempo récord el primer mapa de interacciones de las proteínas del virus SARS-CoV-2 con las proteínas humanas. La estrategia se ha completado buscando fármacos ya conocidos. Esto supondría un atajo hacia un tratamiento eficaz.
La Comunidad de Madrid está explorando la posibilidad de utilizar plasma sanguíneo de sangre de personas que se hayan recuperado del coronavirus para obtener plasma hiperinmune que permita tratar a los pacientes en estado crítico. Si la idea se consolida, se sumaría a la estrategia de EE UU, que ha aprobado el uso de este método centenario utilizado en epidemias antes de que existieran las vacunas.
Identificar al primer paciente que contrajo la enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2 en China es fundamental para averiguar su origen. También se está haciendo en otros países, una tarea en la que los epidemiólogos se convierten en verdaderos detectives. Los expertos recalcan la importancia de preservar la identidad de estas personas para evitar que se les culpabilice.
Investigadores de las universidades de Zaragoza y Carlos III de Madrid han analizado la efectividad de las estrategias de distanciamiento social ante una pandemia como la de COVID-19. Los resultados muestran que un confinamiento total no resuelve el problema si no se toman medidas como la realización de pruebas de diagnóstico a gran escala, el aislamiento de personas con síntomas y el rastreo inteligente de sus contactos.
Los últimos estudios indican que los casos más graves de COVID-19 se deben a una respuesta excesiva del sistema inmunitario. Investigar el despliegue de este ejército celular en cada fase de la infección puede ayudar a hacer pronósticos y tomar decisiones. En hospitales españoles ya se usa una molécula para determinar en quiénes puede ser efectivo un fármaco que frenaría la progresión de la enfermedad.
El sincrotrón ALBA, localizado cerca de Barcelona, ha abierto una convocatoria de proyectos prioritaria para investigar la estructura del nuevo coronavirus y sus mecanismos de infección. Las ocho líneas de luz con las que cuenta este centro, inaugurado justo hace ahora 10 años, permiten analizar la materia a escala atómica y molecular.
Es imposible hacer test a una población completa todos los días, pero lo que sí podemos es extrapolar. Un ejemplo lo encontramos en Corea del Sur, donde se hizo un escrutinio no solo a los que tenían síntomas, sino a un conjunto aleatorio de habitantes que representaba a toda la ciudadanía del país. A partir de ahora, España hará algo similar.
La Peste, la novela de Albert Camus, y Contagio, la película de Steven Soderbergh, figuran entre las obras sobre apocalipsis sanitarios más revisitadas en la crisis del coronavirus. Aparte del consuelo que nos brindan sus tranquilizadores desenlaces, ¿qué nos enseñan acerca de las epidemias reales?