Un estudio con nueve pacientes con síntomas leves publicado esta semana en Nature analiza la replicación del coronavirus en el tracto respiratorio superior. Los resultados muestran que se alcanzan concentraciones muy altas con rapidez en la garganta. Los investigadores consideran que esto puede explicar la pérdida de olfato y gusto por parte de algunos infectados. También consideran que sus datos “justifican” estrategias protectoras como las mascarillas.
Similar a una nutria o un hurón, este pequeño carnívoro con dientes muy punzantes habitó en lo que hoy es Madrid hace nueve millones de años. Los restos fósiles de cuatro individuos de esta nueva especie extinta han sido descubiertos en el yacimiento de Cerro de los Batallones en Torrejón de Velasco.
Investigadores españoles han desarrollado un simulador informático que recrea la propagación de la COVID-19 en Europa. Para el caso de España, los resultados iniciales apuntan que las personas infectadas superan los tres millones, incluyendo las asintomáticas, pero podrían llegar a 14 millones durante una segunda ola si no se tomaran medidas de distanciamiento.
Desde que empezaran a tomarse medidas por la COVID-19, la forma de relacionarse de los neoyorkinos ha cambiado. Según un trabajo del español Esteban Moro en el MIT, el número de contactos sociales ha disminuido en un 93 % y las personas que se han quedado en casa han aumentado del 20 % al 60 %. Los supermercados y tiendas de comestibles se han convertido en lugares de encuentro.