El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus alerta sobre un nuevo episodio de altas concentraciones de ozono en superficie, así como una superación de los valores límite establecidos por la legislación europea de calidad del aire en varias zonas del oeste y sur de Europa entre el 29 de julio y el 4 de agosto por las altas temperaturas en el continente.
A pesar de este aspecto positivo de la calidad del aire, el 98,10 %, el 80,15 % y el 86,34 % de la población europea vive en zonas que superan los niveles recomendados por la OMS de partículas en suspensión PM2,5, PM10 y de dióxido de nitrógeno, respectivamente, según un estudio liderado por el ISGlobal de Barcelona.
Un equipo científico internacional ha encontrado una fuerte asociación entre la exposición reciente –en los cinco días previos— a contaminantes gaseosos y partículas y el peligro de padecer un accidente cerebrovascular. El metaanálisis revisó los datos de las patologías de más de 18 millones de personas procedentes de un centenar de estudios de tres continentes.
Investigadores del Instituto Max Planck de Ecología Química, en Alemania, han descubierto que en lugares con altas concentraciones de ozono se destruye la señal química de apareamiento de la mosca del vinagre. Los hallazgos ponen de relieve otra amenaza de la actividad humana sobre las poblaciones de insectos.
Después de la fotólisis, las reacciones químicas del ozono con el yodo en la atmósfera son la siguiente causa de destrucción del ozono en la troposfera ártica, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Expertos del centro Cochrane Iberoamericano han detectado importantes limitaciones en los estudios científicos sobre el uso terapéutico del ozono en pacientes con covid-19, por lo que no se pueden sacar conclusiones respecto a su seguridad ni a posibles beneficios. En consecuencia, no recomiendan emplear esta sustancia en la práctica clínica habitual.
El Comité Científico para la Investigación en la Antártida ha aprobado que un islote del Archipiélago de las Shetland del Sur se llame Cacho en honor a un investigador y escritor español. El protagonista de esta historia nos cuenta su trayectoria y experiencias en el continente blanco.
Un equipo internacional con participación española ha estudiado la mortalidad de más de 400 ciudades en 20 países durante tres décadas. Los resultados revelan que la exposición diaria a la contaminación por ozono está detrás del 0,2 % de las muertes. Según los investigadores, esta mortalidad podría reducirse con estándares de la calidad del aire más estrictos.
Hasta ahora se conocían los efectos negativos de las sustancias con cloro o bromo sobre la capa de ozono, pero un nuevo estudio internacional, en el que han participado investigadores del CSIC, apunta un tercer elemento: el yodo, cuyas emisiones desde el mar están aumentando. Las medidas se han tomado en la estratosfera con un avión del National Center for Atmospheric Research de EE UU.
Bronquitis, neumonía, enfermedades circulatorias, cáncer, párkinson, alzhéimer, paludismo, malnutrición y partos prematuros están relacionados con el cambio climático. En España se acaban de publicar los efectos en la salud de las centrales térmicas de carbón, un combustible fósil que produce cambios en una atmósfera que nos asfixia, sobre todo en las grandes ciudades.