Investigadores del Instituto Salk (California, EE UU) han trazado, por primera vez, los circuitos neuronales que conectan los fotorreceptores (mecanismos capaces de convertir la energía óptica en energía eléctrica) con las células ganglionares de la retina, las neuronas que transportan las señales visuales de los ojos al cerebro. Este hallazgo puede ayudar a construir mejores implantes de retina.
Científicos del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) han iniciado una investigación para determinar la posible influencia del ácido oleico en un modelo de síndrome de Down. El estudio, financiado por la Fundación Ramón Areces para los próximos tres años, parte de la idea de que el ácido oleico promueve la diferenciación de las neuronas, lo que puede repercutir en el desarrollo cerebral.
imagen de una motoneurona, neuronas que inervan, es decir, contactan con los músculos y provocan la contracción de los mismos.
Investigadores del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) han hallado que la proteína albúmina es capaz de unirse a otra sustancia, el péptido beta-amiloide, e impedirle entrar en las neuronas, las células del sistema nervioso. La importancia de esta investigación experimental realizada en roedores reside en que el beta-amiloide está considerado como el principal factor que degrada las neuronas hasta provocar la degradación cognitiva y el resto de los síntomas propios del alzhéimer.
El ácido oleico, que debe su nombre al hecho de ser el principal componente del aceite de oliva, es objeto de estudio del equipo de José María Medina, científico del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), que ha descubierto que favorece el desarrollo y la supervivencia de las neuronas. La investigación apunta a la posibilidad de que el ácido oleico o alguno de sus derivados pueda utilizarse para prevenir las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
El Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid cuenta con uno de los tres equipos de magnetoencefalografía (técnica de neuroimagen que mide la actividad cerebral) que hay en España. Fernando Maestú Unturbe, uno de los expertos que lo maneja, ha visitado hoy el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) para establecer colaboraciones con los científicos de Salamanca y avanzar en el diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas.
Investigadores españoles han desvelado la función que dos genes relacionados con la esquizofrenia, Nrg1 y ErbB4, cumplen en la corteza cerebral. El hallazgo, publicado en la revista Nature, permitirá conocer más sobre las causas de esta enfermedad y buscar fármacos más efectivos para combatirla. Estos genes son esenciales para establecer las conexiones inhibidoras entre las neuronas de la corteza.
Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) han observado que el uso de un agente inhibidor de la proteína ADAM-17 permite incremente la regeneración neuronal. El siguiente objetivo es demostrar que la inhibición de esta proteína in vivo favorece la generación de nuevas neuronas y ayuda al cerebro a recuperarse de una lesión.
En la imagen, una neurona con cuerpos de Lewy, las estructuras neurotóxicas características de un cerebro con párkinson.
Ángeles Almeida Parra, científica del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Salamanca y de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario, estudia los mecanismos de neurodegeneración, es decir, el deterioro de las células del sistema nervioso, las neuronas, que da lugar a enfermedades como el Alzheimer. Sin embargo, su trabajo se ha centrado en ictus o isquemia cerebral, que se caracteriza por la falta de riego sanguíneo y ha comprobado que, tanto en estos casos como en los de algunas enfermedades neurodegenerativas, aparecen proteínas implicadas en el ciclo celular.