La malaria representa una de las mayores cargas de enfermedad en África, lo que supone a su vez una causa importante de subdesarrollo económico. En el año 2006, este continente sufrió el 86% de los 247 millones de casos de malaria registrados en todo el mundo. Esta enfermedad afecta especialmente a los grupos de población más vulnerables, como son los niños menores de un año, en los que se concentra anualmente alrededor de 20 millones de casos de malaria. Este grupo poblacional sufre además las formas mas graves de la enfermedad. Cada 30 segundos un niño africano muere de malaria.
Papio cynocephalus (babuino amarillo), del Paque Nacional Ambroseli de Kenia.
Elaboran el mapa más detallado sobre el riesgo global de malaria
Los tratamientos de combinación de artemisinina (TCA) podrían ser casi tan eficaces como las redes mosquiteras impregnadas con insecticida (RII) para disminuir la incidencia de la malaria en áreas de baja transmisión. Así lo indica un nuevo estudio, publicado en la revista PLoS Medicine, que se basa en datos obtenidos en Tanzania.
La Comisión Europea inauguró ayer, 13 de noviembre, el Congreso Internacional sobre Enfermedades Relacionadas con la Pobreza. Durante los dos días que ha durado el congreso, cerca de 450 destacados científicos, responsables políticos, representantes de empresas, ONG, organismos internacionales y expertos en enfermedades se reunieron en Bruselas para tratar las tres grandes enfermedades mortales: VIH/SIDA, malaria y tuberculosis (TB).
Aunque la malaria provocada por Plasmodium vivax es raramente mortal, esta enfermedad supone una terrible carga para la salud y la economía de los países que la sufren. La investigación de esta forma de malaria requiere grandes dosis de voluntad política y esfuerzo científico, pues se ha tendido a subestimar su importancia. El genoma de este parásito aporta datos relevantes para futuras investigaciones. El descubrimiento de familias de genes exclusivas y lo que parecen nuevos caminos de invasión para penetrar en los glóbulos rojos abren también algunos interrogantes. El CRESIB es el único centro español que participa en la publicación de este estudio.
Un equipo de investigadores ha sido capaz de evitar que los parásitos de la malaria se transformen en mosquitos, interrumpiendo de esta forma el ciclo de infección. El estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y realizado en animales, ha sido realizado por científicos de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y de la John Hopkins University en Baltimore (EE UU).
Plasmodium junto a glóbulos rojos.
Niño afectado de malaria.