Un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Oxford y la NYU School of Medicine ha descubierto que los niños que padecen una enfermedad de la sangre llamada talasemia alfa están más protegidos contra la malaria. La talasemia alfa provoca que un sujeto produzca glóbulos rojos más pequeños, pero en mayor cantidad, lo que provoca una forma leve de anemia. Los investigadores, que realizaron un estudio con 800 niños de Papua Nueva Guinea (donde esta enfermedad es endémica y un 68% de menores padece talasemia), descubrieron que un ataque de malaria, que provoca una pérdida de entre un 30 y un 50% de glóbulos rojos, resultaba menos dañino en niños con talasemia, porque contaban con más glóbulos rojos de partida.
La malaria afecta a cientos de millones de personas, y provoca la muerte de dos millones de personas al año en África y Asia. Muchas de sus víctimas son niños, como el de la imagen.