Uno de los proyectos desarrollados en la Fundación Hidrógeno es un vehículo kart que se mueve alimentado por una pila combustible.
Si el combustible tradicional empieza a dar muestras de agotamiento tener preparado un sustituto es cada vez más necesario. El Grupo de Energías Renovables y Medio Ambiente Atmosférico (ERYMAA), del Departamento de Física de la Universidad de Burgos, trabaja con ese objetivo bajo la dirección de Luis Román Rodríguez Cano, un desafío denominado Hydrosolar 21. El objetivo es la producción de hidrógeno como vector energético con el fin de generar este elemento como combustible a partir de los excedentes de la energía eólica o fotovoltaica que no puedan ser inyectados en la red eléctrica. La parte más novedosa del proyecto ha consistido en diseñar la central alimentada por ambas fuentes renovables.
Las pilas de combustible alimentadas por hidrógeno son hoy día los sistemas de producción de energía más eficientes y más limpios, aunque todavía precisan de ciertas mejoras, tal como ha advertido hoy en la Universidad de Zaragoza, John Kilner, uno de los máximo expertos en esta tecnología. El investigador británico, científico del Imperial College London y una de la figuras punteras a nivel mundial en pilas de combustible y producción de hidrógeno, considera que es imprescindible reducir las elevadas temperaturas con que funcionan, cercanas a los 900ºC, para que los materiales que se utilizan en su composición sean más económicos.
215 años de la muerte de Antoine Lavosier, padre de la química moderna
El centro tecnológico experto en investigación alimentaria AZTI-Tecnalia ha puesto en marcha una planta de biogás con la que investiga nuevos sistemas de producción de energía sostenible basados en la utilización de residuos y subproductos provenientes de la industria alimentaria. Esta nueva planta explota el enorme potencial que representa la obtención de biogás a partir de la materia orgánica contenida en los residuos agroalimentarios, y ayudará a la industria alimentaria a reducir el impacto ambiental que provocan los residuos orgánicos en el medio ambiente.
El grupo de investigación “Películas y partículas Nanoporosas” (NFP) de la Universidad de Zaragoza y miembro del Instituto Universitario de Nanociencia de Aragón (INA) trabaja en el diseño de un nuevo dispositivo: la llamada pila de hidrógeno, que consigue electricidad a partir de combustibles renovables. El objetivo, reducir en un 20% las emisiones de CO2 a la atmósfera. Este proyecto de ámbito internacional se llama Zeocell, ha sido presentado en el último congreso de la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia en EE UU, y se enmarca dentro de los objetivos trazados por la Unión Europa que deberían convertirse en una realidad a partir de 2020.
23 de febrero de 1765: El químico y físico británico Henry Cavendish descubre el hidrógeno
El Grupo Hidrógeno, constituido en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación de la Universidad Pública de Navarra, ha logrado adaptar, por primera vez en España, un motor de turismo para que funcione con hidrógeno, lo que representa un hito destacable en el desarrollo de tecnología relativa a este gas, de cara a futuras aplicaciones energéticas. Esta investigación está enmarcada en un proyecto, financiado por Acciona Energía, para desarrollar conocimiento y tecnología nacional en aplicaciones de H2.
Los investigadores de la Unidad de Bionanomateriales Funcionales de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) han construido dos biorreactores que recrean las condiciones ideales para que dos tipos de bacterias (la bacteria cimógena y la bacteria púrpura) produzcan hidrógeno a partir de desperdicios orgánicos. La información aparece publicada en el número de agosto de la revista Microbiology Today.
Gracias al trabajo de más de 45 doctores, 11 de ellos catedráticos, y más de 30 licenciados, en la memoria de 2007 se contabilizó la participación del IUMA en más de 60 proyectos públicos y privados de ámbito regional, nacional y europeo, unos 90 artículos publicados, 14 libros y el registro de dos patentes, además de la participación y organización de congresos y seminarios. Director desde hace año y medio, Cazorla es catedrático del Departamento de Química Inorgánica e investigador del grupo de Materiales Carbonosos y Medio Ambiente. Trabaja en temas de tanto interés como la eliminación de contaminantes, la captura de CO2 o el almacenamiento de energía.