Investigadores del instituto ICFO y otros centros europeos han logrado un nuevo hito para generar hidrógeno renovable, en condiciones industriales relevantes, mediante electrólisis del H2O y una membrana de intercambio de protones. En lugar de usar materias primas muy escasas, como el iridio, han empleado un novedoso óxido de cobalto-tungsteno.
El abrasador planeta gemelo de la Tierra está seco. Además de las altísimas temperaturas que evaporaron sus recursos hídricos, las simulaciones por ordenador apuntan a otro culpable: el ion HCO+, del que pueden salir disparados hacia el espacio los átomos de hidrogeno, uno de los dos componentes del H2O. Futuras misiones al ‘lucero del alba’ podrían confirmarlo.
A partir de 2035, en Europa solo podrán venderse automóviles neutros en carbono. En este contexto se posicionan en la agenda los e-fuels o electrocombustibles. Urgen soluciones, pero para dejar de contaminar no hay una única respuesta, recuerdan los expertos. Hay que diversificar las fuentes de energía, dependiendo de los costes y las alternativas de que disponga cada sector.
Inspirándose en la función fotosintética de las plantas, un consorcio europeo liderado desde el Instituto Catalán de Investigación Química ha desarrollado un dispositivo que convierte dióxido de carbono, agua y luz solar en combustibles sostenibles, de una forma eficiente y barata. El próximo paso es demostrar su viabilidad industrial.
Científicos de la Universidad de Melbourne han desarrollado un electrolizador capaz de absorber el agua del aire, incluso en entornos secos, para dividirla en sus dos componentes: hidrógeno, que se puede usar de combustible, y oxígeno, que se libera a la atmósfera. El dispositivo se alimenta con energía renovable, solar o eólica, y se podría utilizar en regiones remotas.
Los supervivientes de las catástrofes naturales, cada vez más frecuentes por el calentamiento global, algún día podrían aprovechar los escombros y desechos que quedan. Peter Godart ha ideado un sistema para transformar la chatarra de aluminio en hidrógeno y así generar electricidad.
Investigadores del Instituto de Tecnología Química (CSIC-UPV) y otros centros europeos han desarrollado un nuevo sistema para producir hidrógeno, en un solo paso, a partir de amoniaco, metano y biogás utilizando reactores cerámicos electroquímicos. El sistema apenas genera residuos y ofrece una solución al problema de la intermitencia de las fuentes renovables.
Hasta ahora la búsqueda de exoplanetas con indicios de vida se ha centrado en los más parecidos a la Tierra. Investigadores de la Universidad de Cambridge plantean que también podrían ser habitables –al menos para la vida microbiana– un conjunto de planetas cubiertos de océanos, con temperaturas elevadas y una atmósfera rica en hidrógeno.
Lleva años estudiando cómo combatir el cambio climático mediante el almacenamiento de la energía renovable que no aprovechamos. Su contribución ha sido merecedora del Premio a la Investigación “Women For Science”, concedido por la Fundación L’Oréal y la UNESCO.
El orbitador TGO de la misión europea y rusa ExoMars ha encontrado por primera vez cloruro de hidrógeno en la atmósfera de Marte, generado con la ayuda del polvo que llega desde las costras saladas de su superficie. También ofrece información inédita sobre la pérdida de agua en el planeta rojo a partir de la relación entre las cantidades de hidrógeno y deuterio.