El hidrógeno (H2) se presenta como una de las principales formas de energía del futuro. Sin embargo, su obtención aún resulta cara y genera grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2), gas de efecto invernadero. Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto que la combinación de dos procesos clásicos -llamados de reformado con vapor de agua y seco- permite transformar al metano en hidrógeno de forma más eficiente, reutilizando el CO2.
El paso hacia una ‘economía del hidrógeno’ como alternativa al sistema energético actual, basado en los combustibles fósiles, está cada vez más cerca. Un equipo de expertos del Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla (ICMS) del CSIC , coordinado en este proyecto por Juan Pedro Holgado, ha obtenido catalizadores nanoestructurados de níquel, materiales capaces de transformar las moléculas de agua y de metano en hidrógeno, lo que podría permitir su producción de manera masiva
Antes y después de cuatro supernovas o explosiones estelares superluminosas de la clase recién descubierta. Foto: Caltech/Robert Quimby/Nature.
Miembros de la Universidad de Cádiz (UCA) han desarrollado un innovador procedimiento para la inoculación de biofiltros percoladores industriales. Este método puede aplicarse en depuradoras y en estaciones de bombeo y supone una reducción de los costes de explotación comparado con los sistemas tradicionales físico-químicos.
Investigadores de la Universidad de Huelva y de la Universidad de Valencia, con la colaboración de científicos franceses, han logrado convertir el metano en otro producto, el propionato de etilo, en condiciones relativamente normales. El avance supone un punto de partida en el empleo del metano como materia prima para la industria química.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la Humanidad es el agotamiento de los combustibles fósiles. El modelo energético, muy dependiente históricamente del petróleo y el carbón, ha empezado a buscar alternativas sostenibles, como son las energías renovables. Diferentes grupos de investigación, como el de la Universidad de Burgos, se han fijado en el hidrógeno, un elemento muy presente en la Tierra y con capacidad de convertirse en combustible.
Uno de los principales incentivos para establecer un sistema energético basado en las fuentes de energía renovables es el desarrollo de nuevos procedimientos para acumular la energía, y el hidrógeno se postula como uno de los vectores energéticos del futuro. En este ámbito, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) lleva trabajando 25 años para desarrollar materiales para la acumulación y conversión de la energía.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) están realizando un estudio sobre el papel que puede jugar el hidrógeno en la mejora de la gestión de la Red Eléctrica Española como sistema de almacenamiento de la energía sobrante de los parques eólicos. El reto es optimizar la producción de la energía eléctrica.
El laboratorio de Materiales de Interés en Energías Renovables de la UAM investiga las posibilidades de los compuestos intermetálicos como materiales acumuladores de hidrógeno. Un estudio reciente sobre el compuesto intermetálico ZrCr2, realizado en colaboración con investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, supone un avance más en este prometedor campo de estudio.