Un equipo internacional de astrónomos, con participación española, ha detectado por primera vez la transición de fase del agua en el espacio en una frecuenciaen la que no se había analizado hasta ahora. El avance abre una nueva vía para estudiar cómo se transforman las galaxias luminosas en otras ‘muertas’ y cómo se forman y crecen los agujeros negros en los centros galácticos.
La observación de la galaxia A2744_YD4, la más lejana y más joven detectada por el Observatorio Europeo Austral, ha permitido el descubrimiento de una gran cantidad de polvo estelar antiguo procedente de las muertes de las primeras supernovas, que se produjo cuando el universo solo tenía el 4% de su edad actual. Este hallazgo ofrece un paso más en el estudio sobre cómo se formaron las primeras estrellas y galaxias del universo.
Detectados halos de gas alrededor de cuásares distantes
Con la ayuda de un pequeño telescopio, Alessandro Maggi, un astrónomo aficionado, fotografió la galaxia Andrómeda II sin darse de cuenta de que en la instantánea aparecía también uno de los cuerpos más escurridizos del cosmos: una galaxia difusa. Un equipo internacional de científicos que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid ha verificado el hallazgo, el primero de este tipo registrado en el gran cúmulo galáctico Piscis-Perseo.
El satélite XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea ha encontrado, por primera vez, un viento de gas de alta velocidad que fluye desde el núcleo brillante de una galaxia muy parecida a la Vía Láctea. Este viento es bastante inusual, por estar compuesto fundamentalmente por oxígeno, y podría estar reduciendo la capacidad de la galaxia para producir nuevas estrellas.
Esta imagen en la que vemos un conjunto de coloridas estrellas y gas fue captada por la cámara de amplio campo WFI (Wide Field Imager). / ESO/G. Beccari
De forma casual, y con la ayuda del telescopio japonés Subaru, un equipo internacional de científicos, con la participación de la Universidad Complutense de Madrid, ha localizado una nueva galaxia de baja luminosidad, situada a unos 17 millones de años luz. Los astrofísicos creen encontrarse a las puertas de una numerosa población de galaxias enanas. Hasta ahora, objetos como este han resultado difíciles de localizar debido a su débil brillo.
La galaxia IZw18 captado por el Hubble, ACS y WFPC2. / NASA, ESA, Y. Izotov (MAO, Kyiv, UA) y T. Thuan (Universidad de Virginia)