Un nuevo estudio publicado en la revista Geology asegura que la agricultura intensiva y la eliminación de los bosques autóctonos aceleran la erosión mucho más rápido que la naturaleza. Esta actividad influye de forma tan dramática que el desgaste en pocas décadas por causas humanas equivale a la pérdida de tierra de forma natural durante miles de años.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), en colaboración con la firma estadounidense Corning Incorporated, han desarrollado una superficie de vidrio erosionada que reduce tanto el resplandor como la reflexión en pantallas de dispositivos móviles. Los autores también han demostrado que la superficie texturizada repele el agua, imitando los efectos de una hoja de loto.
Fuego experimental del proyecto FireSmart en Fort Providence, Canadá. Foto: S. Doerr y C. Santín
Momentos posteriores a uno de los fuegos experimentales del proyecto FireSmart en Fort Providence, Canadá. Foto: S. Doerr y C. Santín
Empezó investigando los suelos y sedimentos en marismas, pero el impacto de los incendios que observó en su tierra natal decidió la orientación actual de su trabajo. Cristina Santín Nuño (El Bierzo, 1981) trabaja en la Universidad de Swansea (Reino Unido), en el grupo que lidera uno de los principales expertos a nivel mundial en los efectos de los incendios sobre el suelo, Stefan Doerr. Cuando contactamos con ella, estaba en plenos preparativos para acudir a su cita con un incendio en Canadá. Pero antes ha tenido tiempo para responder esta entrevista.
Por primera vez un modelo computacional justifica que algunos cauces fluviales se bifurquen y otros no. El patrón de ramificación está controlado por dos inestabilidades acopladas en el proceso de erosión del suelo. Esta simulación es útil para estudiar paisajes inaccesibles, como los de Titán.
Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha patentado un dispositivo con tecnología láser y portatil que calcula de forma rápida y precisa las superficies de tierra erosionadas por el agua. El control de esta erosión permite a los profesionales del sector conocer la situación de los campos y evitar la pérdida y deterioro de las zonas de cultivo.
Investigadores del Centro Forestal Lourizán de Pontevedra y de la Universidad de Vigo han estudiado la probabilidad de supervivencia del pino resinero (Pinus pinaster) en la Península Ibérica tras un incendio. Esta especie, de alto valor ecológico y económico, presenta diferentes ecotipos –variedades genéticas– según la región y es una de las más afectadas por el fuego debido a la extensión que ocupa en la Península. Los investigadores examinaron más de 3.000 árboles afectados por las llamas en Galicia, Andalucía y las dos Castillas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) han desarrollado un método para evaluar el grado de vulnerabilidad de las zonas costeras al impacto de temporales. El método, aplicado en el litoral catalán, revela que un tercio de sus costas presentan una vulnerabilidad alta a la inundación y un 20%, a los efectos de la erosión.
Extremo sur de la Playa de s’Abanell (Blanes, Girona) totalmente erosionada tras el impacto de un temporal en octubre 2007.