Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha patentado un dispositivo con tecnología láser y portatil que calcula de forma rápida y precisa las superficies de tierra erosionadas por el agua. El control de esta erosión permite a los profesionales del sector conocer la situación de los campos y evitar la pérdida y deterioro de las zonas de cultivo.
Controlar la erosión del agua es fundamental para los agricultores. El paso del agua de lluvia, riego o ríos por las tierras de cultivo provoca el deterioro de los campos. El control de esta erosión permite a los profesionales del sector conocer la situación de los campos y evitar la pérdida y deterioro de las zonas de cultivo.
Para favorecer este trabajo, un equipo de investigación del Departamento de Ingeniería Rural de la Universidad de Córdoba (UCO) ha patentado un nuevo dispositivo que calcula de una forma rápida y precisa las superficies de tierra erosionadas por el agua.
Se trata de un nuevo perfilómetro que mide la superficie de las cárcavas (zanjas creadas por el paso del agua) efímeras, cárcavas en campo y secciones de reguero que se quieran analizar en los campos de cultivo y así medir la erosión y las pérdidas de tierra que se puedan estar produciendo por la acción del agua. Una situación que puede llevar al deterioro y pérdida de las zonas de cultivo.
Este nuevo aparato está compuesto por un sensor láser de distancia, que permite tomar medidas de una determina zona de tierra sin necesidad de establecer contacto físico con las depresiones formadas por el agua. “Para un mejor funcionamiento hemos instalado el dispositivo láser sobre un motor de corriente continúa; es decir, un motor que se mueve sobre sí mismo de manera circular a través de un sistema rotatorio”, explica el profesor Rafael Pérez Alcántara responsable del proyecto.
Ligero, preciso y rápido
“El sistema tiene una posición inicial y un rango de giro regulables que permite la toma de medidas de forma vertical y horizontal”, continúa. Actualmente las mediciones se realizan con perfilómetros más pesados que impiden que el usuario los pueda transportar.
Una vez hechas las mediciones, los datos se almacenan a través de un microcontrolador -un circuito electrónico que incluye en su interior las tres unidades funcionales de un ordenador: unidad central de procesamiento, memoria y periféricos de entrada y salida - que permite descargar y analizar la información recogida mediante la aplicación de un software instalado en un ordenador. El perfilómetro también puede incorporar un dispositivo GPS para saber dónde hemos tomado las medidas exactamente y que serviría para almacenar y procesar los resultados obtenidos.
“A través de este dispositivo se obtienen medidas más precisas. Su diseño de láser sobre motor continuo permite registrar un alto número de secciones bien detalladas y reduce los tiempos de captura de datos,” explica Pérez Alcántara. Otra de sus ventajas es que al tratarse de un dispositivo más ligero que los que se utilizan habitualmente es totalmente portátil para el operario que lo maneja. “Todas estas características hacen que el coste del análisis sea muy reducido y, por lo tanto, más atractivo para los profesionales que precisan de este tipo de mediciones”, concluye el profesor Pérez Alcántara.