La intensidad de la ‘gota fría’ que provocó devastadoras inundaciones en el Levante y Sur de España está vinculada al calentamiento global. Esta es la principal conclusión de un informe publicado por el proyecto europeo Climameter.
Hace 50 años, las DANA, que entonces se llamaban gotas frías, ocurrían entre tres y cuatro veces al año, esencialmente en noviembre. Hoy ocurren a lo largo de todo el año. ¿Por qué?
El vertido de pélets en las costas de Galicia tendrá, sin duda, negras consecuencias sobre la industria pesquera española. Aunque se pueda argumentar que ese sector puede no verse afectado, parece seguro que sí perjudicará la economía de pescadores y mariscadores.
Durante la era Messiniense y obturado el estrecho de Gibraltar, el mar Mediterráneo se evaporó casi por completo, hasta convertirse en un lago salado al que los ríos apenas podían regar. Ahora se conocen nuevos datos de la abrupta inundación que volvió a convertirlo en mar.
Incertidumbre, ansiedad y miedo. Así viven la situación la mayoría de las personas afectadas por el volcán de La Palma, que despertó el pasado domingo. Estos sucesos impredecibles, repentinos y dolorosos pueden producir un estado temporal de crisis en los individuos, pero no todo el mundo reacciona de la misma forma.
Durante la última semana, las llamas se han extendido sin control por el Parque Natural de Tamadaba, al noroeste de la isla de Gran Canaria. El ligero descenso de las temperaturas este miércoles ha permitido que los equipos de extinción puedan empezar a estabilizar el fuego y asegurar ciertas zonas. La mitad de las 9.000 personas evacuadas ha podido volver hoy a sus casas.
Un vertido mucho mayor que el del Prestige liberó en Aznalcóllar un 25 de abril de hace 18 años dos millones de metros cúbicos de lodos tóxicos ricos en metales pesados y cuatro de aguas ácidas, dejando a su paso un rastro de destrucción en las cuencas de los ríos Agrio y Guadiamar. Los estudios para evaluar los daños en el suelo, vegetación y fauna del lugar no han tenido tregua desde entonces. Mientras, la mina se prepara para su reapertura en 2018.
Cada año el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (EE UU) compuesto, entre otros, por científicos galardonados con el premio Nobel, adelantan, retrasan o mantienen los minutos del Reloj del Apocalipsis, indicador de la vulnerabilidad del mundo frente a las amenazas del cambio climático y de las armas nucleares. Este año, los expertos adelantan la hora y nos sitúan a tres minutos de la “medianoche”, es decir, del Apocalipsis.
Hoy se cumplen 25 años de una de las mayores catástrofes medioambientales de EE UU. El petrolero Exxon Valdez encallaba el 24 de marzo de 1989 en el golfo de Alaska y como consecuencia 38.000 toneladas de crudo se vertían al mar. Sus consecuencias ecológicas, económicas y sociales perduran hasta nuestros días. Numerosos estudios detallan las secuelas aún tangibles de la tragedia.