El sistema actual de clasificación de organismos unicelulares solo acepta que se nombren nuevas especies de bacterias y arqueas si al menos uno de sus representantes ha crecido en el laboratorio en forma de monocultivo y si son accesibles para la comunidad científica. Este problemático requisito para los procariotas de la naturaleza es ahora rebatido en un artículo que propone un nuevo código de nomenclatura que sustituya al actual.
Investigadores de la Universidad de Amberes (Bélgica) han comprobado que algunas bacterias adaptadas a vivir en nuestra nariz tienen la capacidad de bloquear el crecimiento de patógenos y reducir la inflamación. De hecho, las personas con inflamación crónica nasal o sinusitis presentan menor cantidad de estos microorganismos.
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona han mostrado en un estudio que la respuesta de las bacterias a los antibióticos puede depender de otras especies de bacterias con las que conviven.
¿Puede una bacteria como E. coli producir filtros proteicos de luz más baratos, saludables y sostenibles para los LED? Con este objetivo acaba de arrancar el proyecto europeo ENABLED, coordinado por IMDEA Materiales desde España e inspirado en la bioluminiscencia de los animales marinos.
Investigadores de la Universidad de Copenhague, liderados por el español Guillermo Montoya, han descifrado las claves de cómo se defienden las bacterias de atacantes externos como virus u otras bacterias. También han descrito el modo en que estas defensas CRISPR pueden ser activadas en un momento preciso. El hallazgo podría ayudar a diseñar estrategias para combatir enfermedades en el futuro.
Investigadores de la Universidad de Jaén han identificado bacterias de la aceituna que limitan la absorción de mercurio, cadmio y otros metales pesados durante la digestión, lo que facilita la eliminación de estos elementos tóxicos por las heces. Según el estudio, que ha superado con éxito las pruebas in vitro y ya está en fase preclínica con organismos vivos, la fermentación tradicional de las olivas en salmuera favorece el desarrollo de estos microorganismos.
Las propiedades de la aceituna de mesa se adquieren durante el proceso tradicional de salmuera. / Fundación Descubre
Hace millones de años, durante el Precámbrico, la luz del Sol era tan tenue que la Tierra tendría que haber estado congelada, lo que dificultaría el desarrollo de la vida, pero algo calentó nuestro planeta. Ahora un estudio internacional ofrece una explicación a este misterio: antiguas bacterias formaron depósitos masivos de hierro y alimentaron a otros microorganismos que produjeron metano, un gas de efecto invernadero.
Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña y de la Universidad de Granada han creado dos potentes antimicrobianos a partir del ácido oleanólico y el ácido maslínico, ambos presentes en el aceite de oliva. El estudio ha demostrado el efecto de estos derivados sobre la bacteria Staphylococcus aureus, una de las principales causantes de infecciones en catéteres y prótesis hospitalarias
Las bacterias del complejo ACB de Acinetobacter, que normalmente se adquieren en un contexto hospitalario, pueden también encontrarse en carne de res, según un estudio realizado con muestras procedentes de mercados en Lima, Perú. Aunque las bacterias aisladas eran susceptibles a la mayoría de antibióticos, estos resultados sugieren que la carne cruda puede representar un reservorio para estos patógenos.