Las colas de los aviones suelen ser verticales y centradas en su parte posterior, pero investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han calculado que si su configuración es en V bajan las emisiones de óxidos de nitrógeno en casi un 2 % y por encima del 1 % las de CO2, además de conseguir ahorrar un 0,7 % en combustible.
Diferentes especies de pájaros son susceptibles de chocar contra las aeronaves. En el caso de los tres aeropuertos de Nueva York (EE UU) es el mirlo americano, protagonista del #Cienciaalobestia, el que lo hace con mayor frecuencia. Un estudio ha analizado sus patrones de vuelo para determinar qué factores aumentan el riesgo de impacto.
Investigadores de la Universidad de Granada han diseñado un sistema de señalización luminosa para iluminar torres o edificios altos que pueden afectar al tráfico aéreo. Una de sus ventajas es que la fuente luminosa se instala en el suelo, por lo que los operarios eliminan los riesgos de trabajar en altura.
Investigadores de tres universidades españolas han analizado mediante modelos numéricos la formación de hielo y turbulencias durante la aproximación de un vuelo comercial al aeropuerto de Barajas. El estudio forma parte de un proyecto nacional para mejorar la seguridad aérea ante estas situaciones meteorológicas adversas.
El ruido que generan los aviones al sobrevolar la ciudad es mayor en los edificios con fachadas situadas delante o más expuestas a las trayectorias de las aeronaves, así como en las calles tipo cañón. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, junto a colegas italianos, lo han comprobado al estudiar las ondas sonoras producidas en el entorno urbano de los aeropuertos de Madrid Barajas y Galileo Galilei de Pisa.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha desarrollado un modelo para optimizar la toma de decisiones de las compañías aéreas frente a sus competidores. Este nuevo sistema permite estimar la distribución modal de la demanda de pasajeros, elaborar la asignación de la flota de aviones y generar los horarios de los vuelos.
El riesgo de turbulencias aéreas severas crecerá durante los próximos años debido a los efectos del cambio climático en la atmósfera. Así lo estima un estudio publicado en la revista Advances in Atmospheric Sciences que apunta a que estos fenómenos pueden doblarse o incluso triplicarse en las próximas décadas debido al aumento del dióxido de carbono en la atmósfera.
Megasupramoléculas para reducir la explosión del combustible. / Caltech/JPL
Juan de la Cierva, el hombre que dio un giro a la aviación. / SINC
El trabajo de los controladores aéreos, que este fin de semana han convocado nuevos paros parciales, sigue siendo bastante desconocido para gran parte de la ciudadanía. Aunque es una de las profesiones mejor pagadas, sus turnos y el nivel de estrés al que se enfrentan a diario para regular el espacio aéreo pasan factura a su salud. Así es la vida de un controlador, contada por uno de los cerca de 2.400 profesionales que integran este colectivo en España.