Como cada mes de diciembre, la revista Nature ha anunciado las que considera las diez personalidades científicas más relevantes del año. La lista recorre los hitos de la investigación en 2018, que incluyen el descubrimiento sobre la superconductividad del grafeno y el controvertido estudio de una probable descendencia denisovano-neandertal. También se ha destacado el esfuerzo por la inclusión de mujeres y otros grupos infravalorados en la ciencia.
Grandes instalaciones de astronomía y física de partículas, como el LHC y el radiotelescopio SKA, se han unido para intercambiar datos y ofrecerlos en abierto por la nube. En esta iniciativa, financiada con 16 millones de euros, participan instituciones españolas como el Instituto de Astrofísica de Andalucía, el Institut de Física d’Altes Energies y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Tras completar su formación en España, la astrofísica serbia Mirjana Pović se marchó al continente en el que siempre quiso trabajar: África. Desde el Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espaciales compagina sus investigaciones sobre galaxias con la lucha para incorporar a la mujer a la ciencia, una labor reconocida con el premio Nature Research Award en la categoría de ‘ciencia inspiradora’.
Un equipo internacional de astrónomos ha fotografiado e investigado al nuevo compañero de la estrella enana PDS 70, un planeta de gas gigante con mayor masa que Júpiter y una temperarura de unos 1.000 ºC. Por primera vez y gracias al Instrumento SPHERE del European Southern Observatory, los investigadores han logrado captar la formación planetaria e incluso sus características atmosféricas y físicas.
La revista Nature ha hecho su selección de las diez personas que han sido claves en la ciencia de 2017, casi todas para bien, aunque algunas de manera negativa. Desde las comunicaciones cuánticas y la edición del genoma hasta la amenaza de una crisis nuclear y el desmantelamiento de las protecciones ambientales en EE UU, la lista cubre los altibajos de la ciencia y los científicos en este año que termina.
En la cima de un volcán extinto en el estado de Puebla, México, se encuentra el radiotelescopio más grande de su tipo: un coloso que, con su antena de 50 metros, busca emisiones de radio emitidas por antiguas galaxias, nebulosas y discos protoplanetarios; así como cazar al gran agujero negro que anida en el centro de la Vía Láctea. En enero de 2018 comenzará a funcionar a toda capacidad.
Astrónomos de España y EE UU han determinado la estructura en tres dimensiones de la emisión molecular de una supernova. Esto significa que han podido observar en 3D los restos de la estrella tras su explosión, algo que no había sido posible hasta ahora. Los investigadores han utilizado el radiotelescopio ALMA, situado en Atacama (Chile), para estudiar el centro de la SN 1987A.
Hace más de un siglo, el Observatorio de Harvard reclutó a un grupo de mujeres para realizar un trabajo tedioso y mal pagado: analizar estrellas en placas fotográficas de vidrio. Pero con el tiempo aquellas damas se convirtieron en verdaderas profesionales, y nombres como Williamina Fleming, Annie Jump Cannon, Antonia Maury, Henrietta S. Leavitt y Cecilia Payne entraron en la historia de la astronomía. Sus méritos los repasa ahora para Sinc la divulgadora científica Dava Sobel, autora de El universo de cristal.