Representación de dos glitodontes. / Peter Schouten
Los científicos habían demostrado que los neandertales y los humanos modernos se aparearon fuera de África hace alrededor de 47.000 y 65.000 años. Sin embargo, un estudio con diferentes métodos de análisis de ADN ha identificado un cruce mucho más temprano: hace unos 100.000 años en Siberia, decenas de miles de años antes de los documentados hasta ahora.
Investigadores estadounidenses han encontrado relaciones entre genes heredados de los neandertales y rasgos clínicos de los humanos actuales que afectan al sistema inmunitario, la piel, el cerebro y la salud reproductiva. Entre los hallazgos más sorprendentes, se ha desvelado que un trozo específico de ADN neandertal aumenta el riesgo de adicción a la nicotina y que algunas variantes influyen en la probabilidad de sufrir depresión.
A partir de los algoritmos utilizados para el análisis de la influencia y popularidad de las páginas web, un equipo de investigación saca a la luz la red de comunicación entre las marcas del epigenoma, una pieza clave en la regulación de los genes. Estos resultados sientan las bases para explorar la comunicación entre las señales del epigenoma de las células del cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
La nueva herramienta de edición del genoma se considera ya la gran panacea en el campo de la biología y la medicina. Un artículo en la revista ‘Cell’ titulado ‘Los héroes de CRISPR’ cuenta la historia de su descubrimiento desde sus orígenes en Alicante y rescata la figura de su iniciador, el microbiólogo Francisco Mojica. Abrumado por la atención que está recibiendo, este investigador, que nos confiesa que ni siquiera tiene móvil, se muestra humilde: “No creo que haya hecho tanto como para merecer esto. Yo solo hice lo que había que hacer en su momento”.
La región que ocupa actualmente la parte asiática de Turquía, conocida como Anatolia –donde se asentaron en el pasado pueblos como los del imperio otomano y el de Troya– arroja nueva luz sobre el proceso que condujo a la sociedad de cazadores recolectores hasta la agricultura.
Los biólogos llevan años deseando reescribir a su gusto el mensaje genético del ADN, pero las herramientas disponibles hasta hace poco eran caras y farragosas. Ahora, unas tijeras llamadas CRISPR/Cas9 permiten hacerlo de forma tan sencilla que prometen revolucionar la terapia génica./ Wearbeard
Los biólogos llevan años deseando reescribir a su gusto el mensaje genético del ADN, pero las herramientas disponibles hasta hace poco eran caras y farragosas. Ahora, unas tijeras llamadas CRISPR/Cas9 permiten hacerlo de forma tan sencilla que prometen revolucionar la terapia génica. Hay quienes ya han probado a rediseñar embriones humanos a la carta. La nueva técnica no está exenta de riesgos, tanto técnicos como éticos.
La herramienta es el descubrimiento científico del año según Science. / Wearbeard