Expertos de la Universidad de Cádiz trabajan en el seguimiento y la vigilancia de la actividad volcanotecnológica de la isla de Ometepe (Nicaragua), una zona caracterizada por el alto riesgo sísmico y donde se sitúa uno de los volcanes más activos del país nicaragüense, Concepción. La primera campaña de este proyecto, que durará tres años, se centra en constituir un marco de referencia espacial para evaluar el parámetro de deformación superficial del volcán.
La nave Phoenix Mars Lander de la NASA.
Investigadores españoles y franceses han determinado la edad, la distribución, el volumen y la geoquímica de los volcanes de Gran Canaria durante el Holoceno, desde hace 11.000 años, para establecer un mapa de peligrosidad volcánica de la isla. El estudio demuestra que el área de mayor actividad volcánica es una de las zonas más pobladas del noreste de la isla, que en el periodo analizado ha sufrido 24 erupciones.
Los volcanes expandidos a lo largo y ancho de la superficie terrestre siguen manifestándose, como llevan haciéndolo desde hace millones de años, a través de diferentes tipos de erupciones, señal de que la Tierra está en constante movimiento. Sin embargo, es la relación de esas erupciones con el ser humano lo que preocupa a científicos como el doctor en Físicas, especializado en volcanes, Ramón Ortiz (Barcelona, 1945) y la consecuente falta de conocimiento al producirse el fenómeno natural.
Los más de 50 volcanes activos o potencialmente activos de la cordillera central de los Andes, entre el sur de Perú y Chile, requieren cada vez más la integración de técnicas como el monitoreo vía satélite para conocer en profundidad la tendencia de sus movimientos. Varios vulcanólogos despliegan los pros y los contras de las nuevas técnicas de control.