Tras dos años en órbita, el Explorador de la Circulación Oceánica y de la Gravedad (GOCE, por sus siglas en inglés) de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha registrado los datos necesarios para crear el mejor modelo hasta la fecha del campo gravitatorio terrestre. El último modelo del geoide de la Tierra se ha presentado esta semana en la Universidad Politécnica de Múnich, en Alemania.
La situación producida por el terremoto y el tsunami en la central nuclear de Fukushima en Japón ha reavivado el debate sobre los riesgos de la energía nuclear. La sensibilidad de la gente y de los medios frente a los riesgos de las centrales nucleares es muy alta, pero conviene poner en contexto dichos riesgos y compararlos con los asociados a otras formas de producción de energía eléctrica.
Los sismólogos llevan décadas pronosticando que un gran terremoto, el Big One, se producirá en la Falla de San Andrés y devastará la superpoblada región de California, desde que en 1906 un gran terremoto azotara San Francisco. Esta misma predicción se hacía para Japón desde el terremoto del Gran Kanto en 1923 que devastó la región de Tokio y causó 150.000 víctimas. De los recientes acontecimientos podemos afirmar que el país de Sol Naciente, acaba de sufrir su Big One.
El ingeniero español Daniel García (Madrid, 1981) trabaja en la Agencia Japonesa de Energía Atómica (JAEA) desde junio 2010. Este investigador en energía nuclear explica a SINC la situación tras el accidente en la central de Fukushima, un suceso que considera tergiversado por la prensa occidental.
El ingeniero español Daniel García (Madrid, 1981) trabaja en la Agencia Japonesa de Energía Atómica (JAEA) desde junio 2010. Este investigador en energía nuclear explica a SINC la situación tras el accidente en la central de Fukushima, un suceso que considera tergiversado por la prensa occidental.
Miles de vidas truncadas, pueblos sumergidos y desolados, y centrales nucleares descontroladas: el país nipón se enfrenta a su peor pesadilla desde que el 11 de marzo sufriera un terremoto de 9 grados en la escala de Richter y un tsunami devastador. Pero seísmos y maremotos conviven desde siempre con una isla que no existiría si no fuera por el movimiento constante de las placas tectónicas.
El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), dirigido por Michel André, ha detectado el sonido del seísmo que sacudió Japón el viernes 11 de marzo. La grabación se ha realizado desde una red de observatorios submarinos de la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología Marítimo-Terrestre (JAMSTEC), ubicada a ambos lados del epicentro del terremoto, cerca de la localidad nipona de Hatsushima, y está disponible a través de Internet.