Pese a que se le atribuye escasa importancia en el ser humano, el olfato parece no ser tan accesorio: al ser uno de los sentidos más primitivos, está directamente conectado con los sentimientos, y su pérdida puede señalar la existencia de enfermedades neurológicas. Ésta es una de las esencias con las que resumen el interés de la investigación olfativa los científicos de la Universidad de Oviedo que están rastreando las rutas moleculares del olfato.
La empresa Felguera Construcciones Mecánicas (FCM), filial del grupo Duro Felguera, inicia el envío a EEUU, Alemania y Francia de tres equipamientos para el tratamiento del cáncer que se encuentran a la vanguardia de la tecnología internacional. El taller de Barros (Asturias) donde se han fabricado las máquinas, llamadas gantries, ha sido pionero en la fabricación de estos equipos en España, que permitirán aplicar la terapia de protones contra el cáncer en centros médicos de referencia internacional. Con este envío, la compañía culmina un proyecto que se inició a principios de 2007.
En la fotografía, uno de los gantries en el taller de FCM en Barros (Asturias). Imagen cedida por Felguera Construcciones Mecánicas.
La máquina más compleja jamás construida acaba de arrancar cerca de Ginebra. Es el LHC, el Gran Colisionador de Hadrones. Entre la aportación española, investigadores de la Universidad de Oviedo y empresas asturianas han invertido largas horas de trabajo en este flamante equipamiento del CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas). Junto a ellos, diez mil investigadores de todo el mundo dirigen ahora su atención hacia el acelerador de partículas que permitirá observar la materia como nunca antes y que desvelará nuevas claves sobre el universo y sus fuerzas fundamentales.
La máquina más compleja jamás construida acaba de arrancar cerca de Ginebra. Es el LHC, el Gran Colisionador de Hadrones. Entre la aportación española, investigadores de la Universidad de Oviedo y empresas asturianas han invertido largas horas de trabajo en este flamante equipamiento del CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas). Junto a ellos, diez mil investigadores de todo el mundo dirigen ahora su atención hacia el acelerador de partículas que permitirá observar la materia como nunca antes y que desvelará nuevas claves sobre el universo y sus fuerzas fundamentales.
De derecha a izquierda, el profesor Javier Cuevas y los investigadores Patricia Lobelle e Isidro González en el Departamento de Física de la Universidad de Oviedo, desde donde siguieron el arranque del LHC.