Los investigadores realizaron 120 horas de inmersiones para observar cómo se organizaban estos animales en sus expediciones de caza conjunta. El nuevo estudio amplia la comprensión del liderazgo y la sofisticada vida social de estas criaturas marinas.
Una nueva investigación, que utiliza un modelo de aprendizaje automático combinado con una red neuronal artificial, asegura que el 12,7 % de los peces teleósteos marinos (los más numerosos) están en riesgo de extinción. Esto supone cinco veces más que la estimación de la IUCN, del 2,5 %, e incluye a cerca de 5.000 especies más en ese estatus.
Esta oceanógrafa que ha caminado por el lecho marino y ayudado a construir sus propios sumergibles aboga por cambiar nuestra mirada hacia los peces, tener empatía y comprender que cada uno es una criatura diferente, con una personalidad propia. Solo si dedicamos tiempo a observar y estudiar las especies acuáticas, podremos proteger los ecosistemas oceánicos y, en consecuencia, nuestra propia vida en la Tierra.
La digitalización y, concretamente, la inteligencia artificial no están muy extendidas en industrias tan tradicionales como la pesca. Sin embargo, esta última tecnología se utiliza ya para agilizar la obtención de datos y facilitar la toma de decisiones que favorezcan la sostenibilidad y la protección de los hábitats marinos.
Hasta ahora, los fósiles de peces procedentes del fondo marino databan de 50 millones de años. La revista PNAS ha publicado un estudio, con participación española, sobre la existencia de trazas que habrían dejado tres especies de estos animales cuando se alimentaban o se movían.
Algunos de ellos podrían perder hasta el 70 % de su medio para finales de siglo. Esta es la conclusión de una investigación en doce especies de peces altamente migratorios y con alto valor económico y ecológico como los tiburones, el atún o el pez espada.
Un estudio de investigadores de EE UU, realizado con peces guppy, muestra que los individuos con rasgos poco comunes resultan más atractivos para las hembras. Sin embargo, estas características dejan de tener preferencia cuando se vuelven frecuentes en las siguientes generaciones. Estos resultados explican cómo se mantiene la diversidad genética en la especie, clave para la evolución.
Un equipo científico ha logrado identificar los genes que permiten a los peces teleósteos marinos hidratar los huevos para que floten y se dispersen, y logren sobrevivir. Los mecanismos identificados aportan nuevos datos sobre la evolución de los teleósteos, grupo al que pertenece casi el total de los peces marinos actuales, cuyos antepasados se aventuraron a pasar del agua dulce al dominio salino.