A pesar de los avances producidos en las últimas décadas en la lucha contra los incendios –entre 2005 y 2014 ardió un 58% menos que hace dos décadas–, los bosques se enfrentan a incendios mucho más destructivos: cada gran incendio forestal quema un 20% más de hectáreas que en la década anterior. Así lo revela el informe Bosques listos para arder presentado ayer por la organización ecologista WWF.
16 de junio de 1965, abre el túnel del Mont Blanc. / Wearbeard
La empresa cordobesa Safety Zone ha patentado un sistema de seguridad, con geolocalización integrada, destinado a la protección de los profesionales de la extinción en situaciones de riesgo por acorralamiento en incendios. Consiste en una pantalla de agua y un refugio colectivo ignífugo.
Investigadores españoles han demostrado que la paja reduce de forma significativa las pérdidas por erosión del suelo quemado y que es más eficaz que otras técnicas utilizadas como la siembra de herbáceas. La superficie arrasada por incendios de alta intensidad no se recupera de manera natural.
Un equipo con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha diseñado un nuevo sistema capaz de detectar y localizar incendios de forma temprana y con una tecnología de bajo coste. La red de vigilancia, denominada Wi-FLIP, está basada en una serie de chips o sensores de visión inteligente capaces de analizar los cambios en la intensidad luminosa y de distinguir el humo de otros fenómenos del paisaje.
Un trabajo liderado por investigadores de la Universidad de Barcelona, ha analizado el impacto de la variabilidad climática interanual y estacional en los incendios producidos en los bosques de Cataluña durante el verano. El estudio concluye que los incendios forestales de verano, además de estar vinculados a las condiciones climáticas de la estación estival, también lo están a las condiciones climáticas antecedentes, sobre todo del invierno y la primavera del mismo año y de los dos años anteriores.
Una empresa de León ha creado una tecnología que permite controlar y prever la evolución de los fuegos forestales, así como sus riesgos para la población e infraestructuras como las líneas eléctricas. Algoritmos matemáticos e imágenes por satélite están detrás del avance.
Investigadores de la Universidad de Cantabria han analizado con modelos computacionales la mejor forma de evacuar un AVE en caso de incendio. La implicación de la tripulación para ordenar el traslado rápido de pasajeros, acabar este proceso antes de que se detenga el tren y la colaboración de todos para ayudar a las personas con movilidad reducida son algunas de las estrategias a seguir.