No es habitual que un científico español entre a formar parte de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, pero este mes lo ha conseguido Francisco Guinea. Este físico del instituto IMDEA Nanociencia investiga cómo modificar el grafeno y otros materiales bidimensionales para mejorar sus ya de por sí excepcionales propiedades.
Científicos andaluces han aportado nuevos resultados sobre la biocompatibilidad del grafeno, un tipo de carbono nanocristalino similar al vidrio, para la arquitectura celular. El estudio, pionero en Andalucía, se ha publicado en la revista Plos One.
Más de 250 ponentes, entre los que figuran los premios Nobel Andre Geim y Albert Fert, y cerca de un millar de expertos en grafeno se reúnen entre el 28 y 31 de marzo en Barcelona para debatir los últimos avances de este prometedor material durante la conferencia Graphene 2017. El objetivo es reunir al mundo académico e industrial para integrar las nuevas tecnologías de grafeno en aplicaciones reales y prácticas.
La profesoraCinzia Casiraghi dirige un laboratorio especializado en materiales bidimensionales como el grafeno en la Universidad de Mánchester (Reino Unido), con los que fabrica fotodetectores y memorias lógicas mediante tintas de impresión. Llegar hasta aquí no ha sido nada fácil para esta ingeniera italiana, según ha comentado a Sinc durante el encuentro Women in Graphene celebrado esta semana en Londres.
Con la ayuda de la luz del sincrotrón ALBA, cerca de Barcelona, un grupo de investigadores europeos ha demostrado que el mineral franckeita actúa de forma natural como un material bidimensional semiconductor. El avance podría tener aplicaciones en en el desarrollo de fotodetectores o celdas solares.
El Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología presenta en el Mobile World Congress, que se celebra estos días en Barcelona, nuevas tecnologías basadas en grafeno. Entre ellas, destaca una prótesis electrónica de retina, que se encarga de generar los impulsos eléctricos en respuesta a los estímulos procedentes del exterior. El dispositivo podría permitir recuperar parcialmente la visión a personas que han perdido la funcionalidad de las células fotosensibles de la retina.
Esta semana se ha presentado en Barcelona el proyecto europeo BrainCom, que con un presupuesto de 8,35 millones de euros aprovechará las propiedades únicas del grafeno y otros materiales orgánicos para desarrollar una tecnología radicalmente nueva de implantes corticales ultraflexibles. Sus resultados ofrecerán soluciones para rehabilitar pacientes con trastornos en el habla gracias a innovadoras interfaces cerebro-ordenador.
Las porfirinas, las mismas moléculas que transportan el oxígeno en la hemoglobina y absorben la luz durante la fotosíntesis, se pueden unir al material del futuro, el grafeno, para dotarlo de nuevas propiedades. Lo acaba de demostrar un equipo de científicos de la Universidad Técnica de Múnich en el que participa una investigadora española. Las estructuras híbridas resultantes se podrían aplicar en el campo de la electrónica molecular y el desarrollo de nuevos sensores.
Un equipo internacional liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid e IMDEA Nanociencia ha innovado un proceso de preparación limpio de antimoneno, un compuesto formado por átomos de antimonio. El resultado es un nuevo material que supera algunos de los problemas de los materiales bidimensionales actuales.
Las propiedades del grafeno –un material de un átomo de grosor, el más delgado jamás obtenido– podrían aprovecharse para conseguir un internet ultrarrápido, según una investigación conjunta de las universidades de Manchester y Cambridge (Reino Unido) en la que participan los científicos rusos Andre Geim y Kostya Novoselov, ganadores del premio Nobel de Física en 2010.