Aunque todavía no se ha podido detectar, la materia oscura constituye alrededor del 27% del universo y sus efectos se dejan notar en el movimiento de las galaxias. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Yale (EE UU) han comprobado que en al menos una galaxia, denominada NGC1052-DF2, no aparece ni rastro de materia oscura, solo la masa de sus cúmulos de estrellas.
Un astrónomo aficionado capta una supernova en directo
Un equipo internacional de astrónomos ha presentado los mapas del movimiento orbital de las estrellas incluidas en trescientas galaxias, lo que proporciona una información fundamental para saber cómo se formaron y evolucionaron. El avance ha sido posible gracias al sondeo CALIFA, un proyecto liderado desde el Observatorio de Calar Alto en España.
Un equipo internacional de astrónomos liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Instituto de Astrofísica de Andalucía ha creado un modelo teórico que permite recrear, de manera amplia y detallada, la formación y evolución del universo. Se llama MultiDark-Galaxies, proporciona un banco de pruebas sin precedentes para las nuevas teorías sobre el cosmos y el acceso a sus bases de datos es libre.
Los viveros de estrellas parecen ser más grandes y masivos en las galaxias distantes que en las cercanas, pero esas diferencias no son tantas cuando una potente lente gravitacional aumenta los detalles. Así lo han comprobado investigadores europeos al estudiar una galaxia situada a 6.000 millones de años luz, cuya imagen aparece estirada en forma de serpiente por el efecto de una de estas gigantescas lentes.
El James Webb, que será el observatorio más grande jamás lanzado al espacio, despegará en 2019 para observar en el infrarrojo las primeras galaxias, el nacimiento de las estrellas y la formación de sistemas planetarios. Su gigantesco espejo bañado en oro se prepara para viajar por el tiempo del universo.
La colaboración científica internacional del Observatorio Pierre Auger, en Argentina, ha detectado que los rayos cósmicos de muy alta energía que llegan a la Tierra proceden de fuera de nuestra galaxia. El descubrimiento resuelve un misterio astronómico de hace más de medio siglo, pero no desvela las fuentes que originan estas energéticas partículas.
Aunque no lo parezca, Roland Lehoucq habla de ciencia a partir de la ficción de las películas de Star Wars. Este astrofísico francés utiliza la saga hollywoodense como pretexto para acercar la física actual al gran público. Lehoucq sabe de antemano qué es real y qué es fantasioso en las películas de La guerra de las galaxias, pero al argumentarlo presenta una ciencia más amable y atractiva, tanto como la ficción.
Una galaxia corriente de hace mucho tiempo