Hasta ahora se creía que los reptiles pudieron evolucionar y diversificarse gracias a la extinción de los ancestros de los mamíferos. Una nueva investigación revela que dicha expansión comenzó decenas de millones de años antes, impulsada por el calentamiento global.
Un equipo internacional de científicos describe que los halcones que cazan a murciélagos en colonias no apuntan a presas individuales, sino se dirigen hacia un punto fijo dentro de la multitud. Este hallazgo va en contra de la suposición habitual de que la eficiencia en la caza disminuye a medida que aumenta la densidad del grupo de presas.
Una investigación asegura que perder las membranas vocales y los sacos aéreos en la laringe supuso un paso evolutivo crucial para nuestro lenguaje vocal. La simplificación evolutiva de esta parte de la anatomía humana permitió la mayor complejidad acústica que requiere el habla humana.
Para poder comprender las ventajas evolutivas de la memoria a largo plazo, es necesario descifrar su relación con la lucha por la supervivencia. Un estudio con murciélagos comedores de ranas salvajes muestra que estos animales, protagonistas del #Cienciaalobestia, pueden recordar sonidos para diferenciar presas comestibles y venenosas.
Un nuevo estudio reconstruye la historia evolutiva de estos animales, una de las familias de aves más especializadas que existen en la actualidad. Gracias al análisis genómico de linajes actuales y de especies extintas, los investigadores han identificado un conjunto de genes involucrados en la termorregulación, oxigenación, buceo, visión, dieta y tamaño corporal que habría facilitado su adaptación al ambiente acuático.
El pulpo, protagonista esta semana del #Cienciaalobestia, es un animal extremadamente inteligente. Una nueva investigación muestra que el cerebro de este invertebrado posee elementos genéticos análogos a los del órgano humano. En ambos organismos, la actividad de estos ‘genes saltarines’ se ha detectado en el área encargada del aprendizaje y las habilidades cognitivas.
Esta especie extinta, similar a un pez con ojos y de cuerpo parecido a un gusano, contaría con un esqueleto cartilaginoso que supondría la evidencia fósil más antigua de los cambios que dieron lugar a la aparición de organismos con espina dorsal o columna vertebral.
La revista Science publica esta semana dos estudios independientes sobre envejecimiento y longevidad en reptiles. Ambos trabajos afirman que el deterioro progresivo de las funciones corporales con la edad no es inevitable para todos los organismos. Eso sí, esto no significa que sean inmortales.
La escasez de restos fósiles de escamosos durante el Jurásico sugería que el principal estallido de diversidad y evolución de este grupo de reptiles que incluye lagartos, serpientes y lagartos gusanos ocurrió en el Cretácico, hace entre 145 y 66 millones de años. Pero un nuevo estudio sugiere que pudo producirse una radiación mucho más temprana durante el Jurásico.
Un nuevo estudio muestra que las perturbaciones climáticas tuvieron un gran impacto en la distribución y diversificación de las especies de homininos en el Pleistoceno. La sequía extrema en el sur de África y en Eurasia contribuyó a la transición evolutiva de las poblaciones de H. heidelbergensis en H. sapiens y neandertales.