Aspecto de la muestra 'La evolución de Darwin'.
Ovejas Soay (Ovis aries) en el archipiélago escocés de St. Kilda.
Los investigadores recogen los datos de mediciones morfológicas en la isla de Hirta.
El paleontólogo de la Universidad de Florida Jonathan Bloch muestra el cráneo del primate. Detrás, el modelo de cerebro desarrollado por los investigadores.
Casi un tercio de las parejas de albatros de Laysan están formadas por dos hembras.
El paleontólogo Juan Luis Arsuaga, codirector del equipo de investigaciones de los Yacimientos Pleistocenos de Atapuerca (Burgos), ha ofrecido en Salamanca una conferencia sobre la evolución con motivo del segundo centenario del nacimiento de Charles Darwin y el 40 aniversario de la implantación de los estudios de Biología en la Universidad de Salamanca.
Aún quedan muchas preguntas sin responder sobre el surgimiento de las especies. La teoría clásica postula su aparición de forma gradual y localizada. Sin embargo, el registro fósil no confirma esta hipótesis. Una investigadora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) propone un nuevo modelo que muchos han calificado de “revolucionario”.
El cráneo es una fuente de información básica en estudios genéticos y evolutivos de la especie humana. Desde inicios del s. XX, la antropología estudia con interés cómo actúa la evolución sobre la variación genética de las características morfológicas del cráneo, medida a través del heredabilidad. Descifrar la arquitectura genética del cráneo humano y contribuir a reconstruir el árbol evolutivo de los homínidos es el objetivo del trabajo publicado en el Journal of Anatomy y titulado "Heritability of human cranial dimensions: comparing the evolvability of different cranial regions" (Dimendiones herediatrias del cráneo humano: una comparación evolutiva de diferentes cráneos).