El 10 de julio de 1925 comenzó en el Estado de Tennessee (EEUU) el juicio al profesor de instituto John Scopes, por enseñar a sus alumnos la teoría de la evolución de Charles Darwin. Conocido como el juicio del mono, el caso puso a prueba la Butler Act, una ley que prohibía en los centros educativos "la enseñanza de cualquier teoría que niegue la historia de la Divina Creación del hombre tal como se encuentra explicada en la Biblia, y reemplazarla por la enseñanza de que el hombre desciende de un orden de animales inferiores".
Aunque Scopes fue condenado, el juicio marcó un antes y un después en la enseñanza de la ciencia en los EEUU, y dio lugar una obra de teatro, Inherit the Wind.