Varios estudios muestran que escuchar melodías o tocar un instrumento han aliviado la carga psicológica de la covid-19 a personas de todo el planeta, proporcionándoles tres beneficios difíciles de lograr en meses de confinamientos y crisis mundial: placer, desahogo de emociones negativas y conexión con uno mismo.
Investigadores del CSIC han descrito unos compuestos que inhiben la interacción de la proteína S del SARS-CoV-2 con los receptores celulares y bloquean la entrada del virus en la célula.
El tratamiento de Regeneron, al que recurrió Donald Trump, ha demostrado su eficacia en los pacientes incapaces de desarrollar sus propios anticuerpos, pero esta es pequeña. Además, se trata de un fármaco caro que solo beneficiará a un mínimo número de personas en los países en los que la población vulnerable ya ha sido vacunada.
Las vacunas de la covid-19 son seguras. Sin embargo, algunas personas desarrollan efectos secundarios, generalmente leves, como dolores musculares y articulares, fiebre y cansancio, que solo duran unos pocos días. En caso de contagio entre dosis, si la persona es menor de 65 años deberá esperar seis meses para recibir el segundo pinchazo. Si es mayor, completará la pauta de vacunación una vez recuperado de la enfermedad.
En contra de las expectativas de la compañía alemana, la vacuna CVnCoV ha alcanzado unos datos de eficacia provisionales del 47 % para prevenir el coronavirus en cualquier grado de gravedad. Aun así, sus responsables aseguran que continuarán con el estudio porque “la eficacia final todavía podría variar”.
Investigadores del Hospital del Mar y de la Universidad Pompeu Fabra han confirmado que las vacunas de Pfizer y Moderna se pueden transportar hasta tres horas ya preparadas para su administración. Este hecho puede facilitar las estrategias de vacunación masiva, sobre todo en zonas rurales y menos desarrolladas.
Los datos disponibles de las vacunas covid-19 establecen un período mínimo de tiempo entre dosis. No obstante, algunos países han decidido retrasar algunos días el segundo pinchazo para disponer de más dosis y proteger a más población.
Dos estudios liderados por investigadores españoles determinan el impacto de la infección por SARS-CoV-2 en la lactancia materna. Mientras no se hallaron restos del virus en las muestras de leche analizadas, sí se encontraron anticuerpos específicos tanto en mujeres infectadas de forma natural como en vacunadas.
Si todo va bien, este verano nos podríamos quitar la mascarilla en exteriores bajo determinadas circunstancias. Pero, para ello, es importante alcanzar cifras de vacunación del 70% de la población e incidencias bajas del virus, inferiores a los 50 casos por 100.000 habitantes.