El 7 de diciembre comienza la Cumbre del Clima en Copenhague (Dinamarca), que reunirá a más de 15.000 personas, entre ellas 98 líderes políticos. EE UU y China estarán en el punto de mira. De estos grandes emisores de CO2 dependerá el triunfo o fracaso de un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto. La UE afronta con optimismo esta decisiva cita y exige, con la última resolución del Parlamento Europeo aprobada el 25 de noviembre, un acuerdo que una y obligue a todos los países a reducir las emisiones de CO2.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), en colaboración en EFEverde, ha presentado hoy en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid la Guía sobre cambio climático y negociación internacional. La guía recoge el papel de los periodistas especializados en información ambiental para transmitir con rigor, objetividad y sin catastrofismo las noticias sobre medio ambiente.
El océano captura y almacena gran parte del dióxido de carbono generado por la actividad humana, mitigando de esta manera los efectos del cambio climático. Sin embargo, la capacidad de almacenamiento del océano no es ilimitada y hasta el momento no era posible estimarla con precisión. Ahora, un grupo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una red de observación con barcos comerciales, que participan de forma voluntaria, para precisar la cantidad de CO2 absorbida por el océano e identificar las principales regiones que actúan como sumideros de carbono.
Investigadores estadounidenses han estudiado el registro del clima global de los últimos 1.500 años para demostrar en un estudio, que se publica ahora en Science, que los fenómenos como El Niño y la llamada Oscilación del Norte del Atlántica están relacionados con los intervalos regionales de calor y frío de ese periodo. Los científicos señalan que estos resultados ayudarían a evaluar los efectos del cambio climático actual.
Investigadores franceses han estudiado la variabilidad en un periodo mayor a diez años del fitoplancton para determinar el impacto del cambio climático sobre estos microorganismos. La investigación, que se publica ahora en Science, demuestra que existe una relación directa entre los cambios físicos en los océanos del mundo y la cantidad de fitoplancton que hay en ellos.
Los niveles de la mayoría de los gases de efecto invernadero alcanzaron en 2008 las mayores cantidades hasta ahora nunca registradas desde la era preindustrial. Así lo confirma la última edición del Boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre los gases de efecto invernadero que será presentada en la XV reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca), y demuestra que desde 1750 la cantidad de estos gases ha aumentado un 38%.
La Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) han presentado hoy el Informe sobre el estado de la población mundial 2009: mujeres, población y cambio climático, que relaciona planificación familiar, atención de salud reproductiva y relaciones entre hombres y mujeres con el futuro curso del cambio climático y la adaptación del ser humano a la intensificación de las catástrofes climáticas.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha presentado ayer en la Cumbre sobre Cambio Climático y Áreas Protegidas de Granada el primer estudio en profundidad sobre los ecosistemas marinos. El trabajo Gestión de los Sumideros Naturales de Carbono Costeros demuestra que la capacidad para atrapar carbono de forma progresiva de praderas oceánicas, manglares y marismas es mayor que los sumideros de carbono terrestres, los bosques.