Científicos del Colegio Baylor de Medicina (BCM) de Houston (EE UU) afirman que el sistema hematopoyético (encargado de la formación de la sangre) procede de varios subtipos de células madre. Estudios anteriores apuntaban que el origen de todos los tipos de células sanguíneas provenía de una única célula madre.
El estudio abre una nueva vía en la investigación de futuras alternativas terapéuticas para controlar el virus de inmunodeficiencia Humana (VIH) y la propia enfermedad del sida. Por primera vez se demuestra que la producción de las moléculas α-defensinas 1-3 por las células dendríticas retrasa la progresión de la infección. Cerca un 5% de pacientes son capaces de controlar de manera natural la infección sin terapia antiretroviral.
Cardiomicitos (en rojo) y fibroblastos (verde) del corazón de una gallina.
Las proteínas reguladoras comunes a todas las células eucariotas pueden tener funciones adicionales y únicas en las células madre embrionarias. Así lo indica un nuevo estudio que muestra la posibilidad de convertir a estas proteínas en dianas de los tratamientos terapéuticos contra los tumores.
Un nuevo estudio recoge el primer uso de un método para aumentar significativamente el número de células madre/progenitoras a partir de una unidad de sangre de cordón umbilical. El trabajo, publicado hoy en la revista Nature Medicine, describe cómo este procedimiento consigue un rápido y satisfactorio implante en el tratamiento de la leucemia y otros cánceres sanguíneos.
Investigadores australianos han publicado en el último número de la revista Science un trabajo en el que determinan el origen del cáncer que amenaza la supervivencia de los demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii). El estudio demuestra que la enfermedad se origina en las células de Schwann que protegen las fibras nerviosas periféricas. Los científicos esperan así reducir la mortalidad de esta especie que está desapareciendo.
La autofagia excesiva puede conducir a la pérdida de masa muscular.
Neurona aferente del tipo II (tintada de fluorescente) que se extiende a lo largo de la cóclea.
La pérdida de audición permanente puede producirse con la exposición regular a ruidos excesivos.
Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU), han estimulado la capacidad de las células madre para regenerar tejido vascular (como los vasos sanguíneos), al equiparlas con genes que producen factores de crecimiento extra que estimulan el crecimiento de los tejidos. Los resultados aparecen hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.