Nuevas investigaciones avalan la complejidad de las sociedades prehistóricas. Un estudio de herramientas de hueso llevado a cabo por el Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES) evidencia que, además de acoger grandes campamentos, el nivel 10 de Gran Dolina (Atapuerca), con una antigüedad de unos 350.000 años, servía de refugio para los homínidos de manera ocasional.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha identificado en la Cueva de La Fragua (Santoña, Cantabria) los restos fósiles de una foca monje, un mamífero marino que está en la actualidad en peligro de extinción y que se asocia a las aguas templadas del Mediterráneo o el Atlántico más tropical. Es la primera vez que se identifica esta especie en la Prehistoria de la Cornisa Cantábrica. El hueso ya forma parte de las colecciones del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
Desde el teatro romano de Clunia hasta los restos arqueológicos hallados en las obras de la M-30 en Madrid. Los levantamientos que realiza el Grupo de Investigación MoBiVAP (Modelización, Biomecánica y Visualización Avanzada) de la Universidad de Valladolid mediante fotogametría (técnica que utiliza imágenes fotográficas para determinar las propiedades geométricas de los objetos y las situaciones espaciales) o escáner láser 3D abarcan todo tipo de edificaciones, vestigios arqueológicos y objetos patrimoniales.
Plano de situación del canal de agua de Salapunku.
Un trágico incendio ha destruido casi por completo las Tumbas de los reyes de Buganda en Kasubi (Uganda) edificadas en 1882 e incluidas como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2001. La importancia de las construcciones radica en su valor inmaterial, ya que están íntimamente vinculadas a las creencias y la espiritualidad de la población, así como a las nociones de continuidad e identidad.
Una investigación realizada por un grupo de arqueólogos del Centre d’Estudis del Patrimoni Arqueològic de la Prehistòria de la Universitat Autònoma de Barcelona (CEPAP-UAB) en el yacimiento de Cova Gran (Lleida) ha contribuido a avivar el debate científico sobre la aparición de los primeros humanos “modernos” en la Península Ibérica y su posible relación con la desaparición de los neandertales.
Barandiaran explica cómo uno de los equipos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) que coordina A. Tarriño está estudiando los sitios prehistóricos a los que llegó el sílex de Urbasa: desde Asturias hasta el centro del Pirineo francés. Para este experto en culturas y estratigrafía del Paleolítico Superior avanzado (15.000-10.000 a.c), las gentes del Paleolítico Superior eran tribus cazadoras y nómadas: "Cuando se dice ‘eran como nosotros’, la frase está equivocada: nosotros somos como ellos”.
Investigadores del grupo de Paleomagnetismo de la Universidad Complutense de Madrid han desarrollado un modelo de campo magnético terrestre en la región europea que permite datar de forma absoluta estructuras arqueológicas de los últimos 3.000 años de antigüedad. Francisco Javier Pavón Carrasco, físico especializado en este campo, explica el origen y los frutos del arqueomagnetismo.