Sabedores de que la historia la escriben los vencedores, dos arqueólogos del Museo Field (Chicago, EEUU) se han dedicado a estudiar y comparar los registros escritos de las hazañas del primer emperador de China, Qui Shihauangdi, con datos y evidencias arqueológicas. Sus resultados, que se publican en Proceedings of the National Academy of Sciences, ofrecen una visión más completa y rigurosa del reinado del monarca que inició la construcción de la Gran Muralla china y fue enterrado con cientos de guerreros de terracota.