Tras el impacto del asteroide que golpeó la superficie del planeta hace 65 millones de años, cerca del 80% de la vida marina se extinguió y el clima se enfrió de forma dramática. Un equipo internacional de investigadores revela ahora en Science que el océano, la productividad marina o la fotosíntesis se recuperaron en menos de un siglo.
Acantilado en Kulstirenden (Dinamarca).
El moco de roca, el alga invasora detectada a mediados del mes de mayo en las aguas del río Porma, es "bastante probable" que invada los lechos de otros cauces de la provincia de León en los próximos meses. Con esta previsión trabaja el equipo investigador de la Universidad de León que colabora con la Confederación Hidrográfica del Duero en la recogida de muestras y asesoramiento para evitar la expansión de esta especie, según informó uno de sus investigadores, Saúl Blanco. Los ríos que poseen mayores factores de riesgo de alojar a este alga, muy dañina para los ecosistemas locales, son los ríos de cabecera, como el Órbigo y el Torío.
Trazan los orígenes de dos especies invasoras marinas
Un iceberg que se desprende del glaciar de la Antártida y que navega a la deriva muestra al cabo de una década más vida de la que podamos imaginar en ese solitario escenario. La fusión entre el agua dulce que se desase del témpano y el agua de mar, una situación similar a la desembocadura de un río, hace que proliferen microalgas en las capas del iceberg formando una peculiar “piel del hielo”. Pero el aumento de la temperatura de los océanos podría acabar con el iceberg antes de que el fitoplancton se forme a su alrededor.
Consiguen abaratar el proceso para convertir el aceite de algas en biodiesel
Panorámica del río Chícamo en Murcia. Foto: Marina Aboal
Más de medio siglo de experiencia avala a Hispanagar, una compañía de Burgos que procesa algas recogidas en mares de todo el mundo, de España, Portugal, México, Baja California, Marruecos, Chile, Tanzania, Indonesia o Filipinas, entre otros, sometiéndolas a sofisticadas operaciones de extracción. Gracias al tratamiento, obtienen distintos tipos de agar, una sustancia que es utilizada como medio de cultivo en Farmacia, en Bacteriología y en ciertas industrias, y que tiene la propiedad de no interactuar con ningún otro elemento existente a nivel global.
La enzima Rubisco, presente en el proceso de fotosíntesis de las algas, regula su proceso de nutrición, lo que permite a esta especie soportar el aumento de irradiación solar provacada por el cambio climático.
La presencia de grandes cantidades de algas marinas en las áreas costeras puede influir en el clima, según investigadores de la Universidad de Manchester. El estudio recoge que las grandes algas marinas marrones, cuando están sometidas a estrés, liberan grandes cantidades de yodo inorgánico a la atmósfera costera, donde pueden contribuir a la formación de nubes.