Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC han mostrado por primera vez los rasgos de las partículas que forman el núcleo de un cometa: motas de polvo porosas y de pocos milímetros. Para realizar el estudio se han comparado análogos de polvo cósmico con datos reales captados en el cometa 67P por la sonda Rosetta.
La detección de clorometano en el espacio decepciona a los astrobiólogos
A menos de un mes de finalizar su misión, la cámara de alta resolución de Rosetta ha descubierto el módulo de aterrizaje Philae, encajado en una oscura grieta del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko. En noviembre de 2014 el aterrizador rebotó contra la superficie del cometa y se perdió, después de una llegada tan emocionante como accidentada.
La sonda Rosetta ha revelado la presencia de agua helada en la superficie del cometa 67P (señalada en la imagen por las flechas amarilla y blanca), en una zona llamada Imhotep. / Rosetta NAVCAM / ESA
Justo hace un año la sonda Philae ejecutó su histórico y accidentado aterrizaje sobre el cometa 67P, tras desprenderse de la nave Rosetta. Desde entonces, los científicos de la misión han tratado de restablecer la comunicación con el aterrizador. No han perdido la esperanza, pero tendrán que conseguirlo antes de que Rosetta, que actúa de intermediaria, impacte contra el cometa el año que viene.
Una muestra de la morfología irregular que presenta la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Imagen captada por el sistema OSIRIS de la sonda Rosetta. / ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
El espectómetro VIRTIS ha permitido registrar la abundancia de hielo de agua en el cuello del cometa 67P. / ESA
Este 13 de agosto se cumple un nuevo hito de la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea, ya que el cometa 67P al que persigue se sitúa en el punto de su órbita más cercano al Sol, el perihelio. La nave se mueve en torno al cometa desde el 6 de agosto del pasado año, y uno de sus objetivos es estudiar la actividad de 67P según se aproxima a nuestra estrella.
Paisaje del cometa 67P en alta resolución. / ESA/OSIRIS Team
La porosidad del núcleo del cometa Churyumov-67P/Gerasimenko, la presencia de compuestos orgánicos en su superficie, sus variaciones de temperatura y la existencia de una magnetosfera son algunos de los nuevos datos que han salido a la luz esta semana. La información la transmite la sonda Rosetta, que desde el año pasado no ha dejado de orbitar alrededor del cometa. Del que no se ha vuelto a tener noticias es del aterrizador Philae, que se perdió cuando se posó en noviembre sobre el cometa.